Que interés e importancia tiene el ser filosofo en el mundo
zinebfilosofar movidos por la admiración; al principio admirados ante los fenómenos sorprendentes más comunes; luego avanzando poco a poco y planteándose problemas mayores, como las cambios de la luna y los relativos a sol y a las estrellas, y la generación del universo. Pero el que se plantea un problema o se admira, reconoce su ignorancia. (Por eso también el que ama los mitos es en cierto modo filósofo; pues el mito se compone de elementos maravillosos). De suerte que, si filosofaron para huir de la ignorancia, es claro que buscaban el saber en vista del conocimiento, y no por alguna utilidad. Y así lo atestigua lo ocurrido. Pues esta disciplina comenzó a buscarse cuando ya existían casi todas las cosas necesarias y las relativas al descanso y al ornato de la vida. Es, pues, evidente que no la buscamos por ninguna otra utilidad, sino que, así como llamamos hombre libre al que es para sí mismo y no para otro, así consideramos a ésta como la única ciencia libre, pues ésta sola es para sí misma. ” [Aristóteles: Metafísica I, 2, 982b]Comentario:1. ¿Qué es lo que impulsa a los hombres a filosofar? 2. ¿Qué problemas pueden ser esos “mayores”? 3. Para empezar a saber algo necesitamos reconocer ¿qué? 4. ¿Qué crees que es el saber mítico? ¿Y el saber filosófico? 5 . ¿Qué ti enen en común el saber mítico y la filosofía? 6. ¿Para qué filosofamos? 7. ¿Qué es necesario para que surja la filosofía? 8. ¿Por qué la filosofía es una “ciencia libre”? 9. ¿Qué piensas de todo esto?1. SURGIMIENTO DE LA FILOSOFÍA La filosofía tal como la concebimos hoy desde nuestro punto de vista occidental surge en Grecia en el último tercio del siglo VII a. C. debido a una serie de circunstancias económicas, políticas y culturales. En efecto, a partir del siglo VII a. C. la necesidad de conquistar otros territorios, como es el caso de Jonia, hace que el horizonte cultural griego se abra a otras culturas, a nuevos tipos de conocimientos técnicos y geográficos. Poco a poco, gracias al invento lidio de la moneda, la práctica guerrera va dejando paso a la comercial, y al mismo tiempo que se intercambian bienes materiales, se intercambian ideas. De tal modo que el saber tradicional trasmitido a través de narraciones o mitos de Homero y Hesíodo, va siendo refutado y criticado por considerarse inadecuado frente al nuevo tipo de realidad a la que los griegos debían enfrentarse. Efectivamente, en los mitos narrados por Homero y Hesíodo, los griegos aprendían un tipo de moral guerrera y de conquista; tácticas militares; el modo de actuar de los dioses; nociones de geografía; navegación, etc.. Sin embargo, ese saber tradicional y mítico deja de ser efectivo y se pone en duda al compararlo con los saberes tradicionales de otras culturas. Ante la disparidad de opiniones sobre la misma cuestión surge el escepticismo y la necesidad de encontrar la verdad:"Los seres humanos se han creado dioses a su propia imagen. Creen que los dioses han nacido y que tienen cuerpo, vestidos e idiomas como nosotros. Los negros piensan que los dioses son negros y chatos, los tracios los imaginan rubios y con ojos azules. ¡Incluso si los bueyes, los caballos y leones hubiesen sabido pintar, habrían representado dioses con aspecto de bueyes, caballos y leones!" [Jenófanes. s. VI a. C.]Frente al saber mítico que busca las causas de todos los fenómenos en el capricho de los dioses, va surgiendo otro tipo de saber que busca respuestas diferentes a las preguntas que los hombres se han hecho desde el principio de los tiempos. Preguntas tales como: ¿cómo surgió el cosmos?, ¿por qué nacemos? ¿por qué morimos?, ¿qué sentido tiene la vida?, ¿por qué el ser y no la nada?, ¿por qué debemos obedecer normas en las que no creemos?, ¿qué es la justicia? ¿existe dios?, etc.. Para hacerse estas preguntas lo primero que debieron saber los griegos es que no sabían (el reconocimiento de la propia ignorancia es el principio de la sabiduría, tal como quiso decir Sócrates: “Sólo sé que no sé nada”) y que las explicaciones míticas no eran convincentes. En esta situación el único camino que les quedaba era dejar a un lado lo que habían aprendido de los mitos, y empezar a pensar por sí mismos. Con la frase “paso del mito al lógos” se expresa ese cambio en la manera de tratar de conocer. Comparemos ahora un texto mítico y otro filosófico:A.“Antes que nada nació Caos, después Gea de ancho seno, asiento firme de todas las cosas para siempre, Tártaro nebuloso en un rincón de la tierra de anchos caminos y Eros, que es el más hermoso entre los dioses inmortales, relajador de los miembros y que domeña, dentro de su pecho, la mente y el prudente consejo de todos los dioses y todos los hombres. De caos nacieron Erebo y la negra Noche; de la Noche, a su vez, nacieron Éter y el Día, a los que concibió y dio a luz, tras unirse en amor con
2. ¿Qué problemas pueden ser esos “mayores”?
3. Para empezar a saber algo necesitamos reconocer ¿qué?
4. ¿Qué crees que es el saber mítico? ¿Y el saber filosófico?
5 . ¿Qué ti enen en común el saber mítico y la filosofía?
6. ¿Para qué filosofamos?
7. ¿Qué es necesario para que surja la filosofía?
8. ¿Por qué la filosofía es una “ciencia libre”?
9. ¿Qué piensas de todo esto? 1. SURGIMIENTO DE LA FILOSOFÍA
La filosofía tal como la concebimos hoy desde nuestro punto de vista occidental surge en Grecia en el último tercio del siglo VII a. C. debido a una serie de circunstancias económicas, políticas y culturales. En efecto, a partir del siglo VII a. C. la necesidad de conquistar otros territorios, como es el caso de Jonia, hace que el horizonte cultural griego se abra a otras culturas, a nuevos tipos de conocimientos técnicos y geográficos. Poco a poco, gracias al invento lidio de la moneda, la práctica guerrera va dejando paso a la comercial, y al mismo tiempo que se intercambian bienes materiales, se intercambian ideas. De tal modo que el saber tradicional trasmitido a través de narraciones o mitos de Homero y Hesíodo, va siendo refutado y criticado por considerarse inadecuado frente al nuevo tipo de realidad a la que los griegos debían enfrentarse. Efectivamente, en los mitos narrados por Homero y Hesíodo, los griegos aprendían un tipo de moral guerrera y de conquista; tácticas militares; el modo de actuar de los dioses; nociones de geografía; navegación, etc.. Sin embargo, ese saber tradicional y mítico deja de ser efectivo y se pone en duda al compararlo con los saberes tradicionales de otras culturas. Ante la disparidad de opiniones sobre la misma cuestión surge el escepticismo y la necesidad de encontrar la verdad:"Los seres humanos se han creado dioses a su propia imagen. Creen que los dioses han nacido y que tienen cuerpo, vestidos e idiomas como nosotros. Los negros piensan que los dioses son negros y chatos, los tracios los imaginan rubios y con ojos azules. ¡Incluso si los bueyes, los caballos y leones hubiesen sabido pintar, habrían representado dioses con aspecto de bueyes, caballos y leones!" [Jenófanes. s. VI a. C.]Frente al saber mítico que busca las causas de todos los fenómenos en el capricho de los dioses, va surgiendo otro tipo de saber que busca respuestas diferentes a las preguntas que los hombres se han hecho desde el principio de los tiempos. Preguntas tales como: ¿cómo surgió el cosmos?, ¿por qué nacemos? ¿por qué morimos?, ¿qué sentido tiene la vida?, ¿por qué el ser y no la nada?, ¿por qué debemos obedecer normas en las que no creemos?, ¿qué es la justicia? ¿existe dios?, etc.. Para hacerse estas preguntas lo primero que debieron saber los griegos es que no sabían (el reconocimiento de la propia ignorancia es el principio de la sabiduría, tal como quiso decir Sócrates: “Sólo sé que no sé nada”) y que las explicaciones míticas no eran convincentes. En esta situación el único camino que les quedaba era dejar a un lado lo que habían aprendido de los mitos, y empezar a pensar por sí mismos. Con la frase “paso del mito al lógos” se expresa ese cambio en la manera de tratar de conocer. Comparemos ahora un texto mítico y otro filosófico:A.“Antes que nada nació Caos, después Gea de ancho seno, asiento firme de todas las cosas para siempre, Tártaro nebuloso en un rincón de la tierra de anchos caminos y Eros, que es el más hermoso entre los dioses inmortales, relajador de los miembros y que domeña, dentro de su pecho, la mente y el prudente consejo de todos los dioses y todos los hombres. De caos nacieron Erebo y la negra Noche; de la Noche, a su vez, nacieron Éter y el Día, a los que concibió y dio a luz, tras unirse en amor con