La adicción a las pantallas es una realidad para muchos niños. Como Carlitos, el protagonista de este cuento infantil, poco a poco van disfrutando menos del mundo 'real' para mudarse al mundo virtual. Pero, ¿qué estamos dejando de disfrutar cuando pasamos demasiado tiempo con los videojuegos o en Internet? De esto habla este cuento corto, dedicado a todos los niños que pasan mucho tiempo con el móvil o la tablet. Se titula: "Carlitos se va a vivir al mundo virtual".
Explicación:
Carlitos era un niño al que siempre le había gustado jugar al fútbol con sus amigos. Incluso, cuando los mayores no le vigilaban, se atrevía a subirse a los árboles. Siempre estaba corriendo de un lado a otro y cuando no sacaba la bicicleta para dar una vuelta era porque ese día había elegido el patinete.
Sin embargo, al cumplir seis años las cosas empezaron a cambiar: descubrió la tecnología. Si al principio solo usaba Internet para ver acrobacias con patines, poco a poco cada vez lo usaba más. Ahora desayunaba viendo vídeos en la tablet, en el colegio siempre le regañaban por estar con el móvil sin prestar atención a la profesora y las tardes las pasaba encerrado en casa jugando a videojuegos. Carlitos había cambiado la vida real por una vida virtual, donde él ya no era el auténtico protagonista. Poco a poco fue perdiendo amigos. Incluso, su aspecto, que siempre había sido atlético, cambió.
Sus padres le regañaban y le pedían que saliera a la calle a jugar, que necesitaba que le diera el sol. Sin embargo Carlitos no les obedecía ni les entendía, ya que para él todo el mundo interesante y divertido estaba en Internet. Fue entonces cuando escuchó una voz que venía de la cocina. No la reconocía muy bien pero pensó que sería de su madre. Y al pensar en ella, entendió que había pasado tantas horas frente al ordenador que ya no recordaba la cara de su mamá. Eso sí que le puso muy triste. Y empezó a llorar tanto que estuvo más de dos días llorando. Pero cuando consiguió volver a abrir los ojos descubrió que estaba en los brazos de su mamá, quien no paraba de besarle y limpiarle las lágrimas Desde entonces solo dedicó un rato corto al día a jugar con sus aparatos tecnológicos porque ahora para Carlitos era más importante ir al parque de la mano de su mamá.
Respuesta:La adicción a las pantallas es una realidad para muchos niños. Como Carlitos, el protagonista de este cuento infantil, poco a poco van disfrutando menos del mundo 'real' para mudarse al mundo virtual. Pero, ¿qué estamos dejando de disfrutar cuando pasamos demasiado tiempo con los videojuegos o en Internet? De esto habla este cuento corto, dedicado a todos los niños que pasan mucho tiempo con el móvil o la tablet. Se titula: "Carlitos se va a vivir al mundo virtual".
Carlitos era un niño al que siempre le había gustado jugar al fútbol con sus amigos. Incluso, cuando los mayores no le vigilaban, se atrevía a subirse a los árboles. Siempre estaba corriendo de un lado a otro y cuando no sacaba la bicicleta para dar una vuelta era porque ese día había elegido el patinete.
Sin embargo, al cumplir seis años las cosas empezaron a cambiar: descubrió la tecnología. Si al principio solo usaba Internet para ver acrobacias con patines, poco a poco cada vez lo usaba más. Ahora desayunaba viendo vídeos en la tablet, en el colegio siempre le regañaban por estar con el móvil sin prestar atención a la profesora y las tardes las pasaba encerrado en casa jugando a videojuegos. Carlitos había cambiado la vida real por una vida virtual, donde él ya no era el auténtico protagonista. Poco a poco fue perdiendo amigos. Incluso, su aspecto, que siempre había sido atlético, cambió.
Sus padres le regañaban y le pedían que saliera a la calle a jugar, que necesitaba que le diera el sol. Sin embargo Carlitos no les obedecía ni les entendía, ya que para él todo el mundo interesante y divertido estaba en Internet. Fue entonces cuando escuchó una voz que venía de la cocina. No la reconocía muy bien pero pensó que sería de su madre. Y al pensar en ella, entendió que había pasado tantas horas frente al ordenador que ya no recordaba la cara de su mamá. Eso sí que le puso muy triste. Y empezó a llorar tanto que estuvo más de dos días llorando. Pero cuando consiguió volver a abrir los ojos descubrió que estaba en los brazos de su mamá, quien no paraba de besarle y limpiarle las lágrimas Desde entonces solo dedicó un rato corto al día a jugar con sus aparatos tecnológicos porque ahora para Carlitos era más importante ir al parque de la mano de su mamá.
Respuesta:
La adicción a las pantallas es una realidad para muchos niños. Como Carlitos, el protagonista de este cuento infantil, poco a poco van disfrutando menos del mundo 'real' para mudarse al mundo virtual. Pero, ¿qué estamos dejando de disfrutar cuando pasamos demasiado tiempo con los videojuegos o en Internet? De esto habla este cuento corto, dedicado a todos los niños que pasan mucho tiempo con el móvil o la tablet. Se titula: "Carlitos se va a vivir al mundo virtual".
Explicación:
Carlitos era un niño al que siempre le había gustado jugar al fútbol con sus amigos. Incluso, cuando los mayores no le vigilaban, se atrevía a subirse a los árboles. Siempre estaba corriendo de un lado a otro y cuando no sacaba la bicicleta para dar una vuelta era porque ese día había elegido el patinete.
Sin embargo, al cumplir seis años las cosas empezaron a cambiar: descubrió la tecnología. Si al principio solo usaba Internet para ver acrobacias con patines, poco a poco cada vez lo usaba más. Ahora desayunaba viendo vídeos en la tablet, en el colegio siempre le regañaban por estar con el móvil sin prestar atención a la profesora y las tardes las pasaba encerrado en casa jugando a videojuegos. Carlitos había cambiado la vida real por una vida virtual, donde él ya no era el auténtico protagonista. Poco a poco fue perdiendo amigos. Incluso, su aspecto, que siempre había sido atlético, cambió.
Sus padres le regañaban y le pedían que saliera a la calle a jugar, que necesitaba que le diera el sol. Sin embargo Carlitos no les obedecía ni les entendía, ya que para él todo el mundo interesante y divertido estaba en Internet. Fue entonces cuando escuchó una voz que venía de la cocina. No la reconocía muy bien pero pensó que sería de su madre. Y al pensar en ella, entendió que había pasado tantas horas frente al ordenador que ya no recordaba la cara de su mamá. Eso sí que le puso muy triste. Y empezó a llorar tanto que estuvo más de dos días llorando. Pero cuando consiguió volver a abrir los ojos descubrió que estaba en los brazos de su mamá, quien no paraba de besarle y limpiarle las lágrimas Desde entonces solo dedicó un rato corto al día a jugar con sus aparatos tecnológicos porque ahora para Carlitos era más importante ir al parque de la mano de su mamá.
Respuesta:La adicción a las pantallas es una realidad para muchos niños. Como Carlitos, el protagonista de este cuento infantil, poco a poco van disfrutando menos del mundo 'real' para mudarse al mundo virtual. Pero, ¿qué estamos dejando de disfrutar cuando pasamos demasiado tiempo con los videojuegos o en Internet? De esto habla este cuento corto, dedicado a todos los niños que pasan mucho tiempo con el móvil o la tablet. Se titula: "Carlitos se va a vivir al mundo virtual".
Carlitos era un niño al que siempre le había gustado jugar al fútbol con sus amigos. Incluso, cuando los mayores no le vigilaban, se atrevía a subirse a los árboles. Siempre estaba corriendo de un lado a otro y cuando no sacaba la bicicleta para dar una vuelta era porque ese día había elegido el patinete.
Sin embargo, al cumplir seis años las cosas empezaron a cambiar: descubrió la tecnología. Si al principio solo usaba Internet para ver acrobacias con patines, poco a poco cada vez lo usaba más. Ahora desayunaba viendo vídeos en la tablet, en el colegio siempre le regañaban por estar con el móvil sin prestar atención a la profesora y las tardes las pasaba encerrado en casa jugando a videojuegos. Carlitos había cambiado la vida real por una vida virtual, donde él ya no era el auténtico protagonista. Poco a poco fue perdiendo amigos. Incluso, su aspecto, que siempre había sido atlético, cambió.
Sus padres le regañaban y le pedían que saliera a la calle a jugar, que necesitaba que le diera el sol. Sin embargo Carlitos no les obedecía ni les entendía, ya que para él todo el mundo interesante y divertido estaba en Internet. Fue entonces cuando escuchó una voz que venía de la cocina. No la reconocía muy bien pero pensó que sería de su madre. Y al pensar en ella, entendió que había pasado tantas horas frente al ordenador que ya no recordaba la cara de su mamá. Eso sí que le puso muy triste. Y empezó a llorar tanto que estuvo más de dos días llorando. Pero cuando consiguió volver a abrir los ojos descubrió que estaba en los brazos de su mamá, quien no paraba de besarle y limpiarle las lágrimas Desde entonces solo dedicó un rato corto al día a jugar con sus aparatos tecnológicos porque ahora para Carlitos era más importante ir al parque de la mano de su mamá.