Son las certeras palabras que pronunciaba una voz femenina en La guerra civil, la última obra de teatro de Henry de Montherlant. En aquella sesión de estreno en el Théatre de l’Œuvre de París, el 27 de enero de 1965, el personaje que encarnaba la guerra civil hablaba de dos rasgos que hacen diferentes a las guerras civiles del resto de las guerras. De un lado, que se trata de conflictos donde los combatientes han asumido mayoritariamente de manera personal la causa por la que combaten. De otro, que se trata de una guerra cercana que tiene lugar en el seno de la propia sociedad y cuyos enemigos no son desconocidos. La primera de las características tiene como consecuencia que la contienda sea encarnizada, porque está en juego una cuestión de principios y en la que es muy difícil, si no imposible, transigir3. De la segunda se deriva que sea una guerra vergonzante para la comunidad en cuyo seno tiene lugar, sobre todo cuando, al llegar la paz, trata de superarla, de recomponerse y de seguir hacia adelante. De ahí que la guerra civil, generalmente, no sea un pendón de orgullo que ostentan los vencedores pues, siendo una guerra sin gloria, porque debilita a la propia comunidad, es mucho mejor convertirla a través de la memoria en otra guerra más digna, por ejemplo contra un enemigo exterior infiltrado con el que se ha acabado en el curso del conflicto.
Respuesta:
pues nolo se soy de secu pero weno
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Son las certeras palabras que pronunciaba una voz femenina en La guerra civil, la última obra de teatro de Henry de Montherlant. En aquella sesión de estreno en el Théatre de l’Œuvre de París, el 27 de enero de 1965, el personaje que encarnaba la guerra civil hablaba de dos rasgos que hacen diferentes a las guerras civiles del resto de las guerras. De un lado, que se trata de conflictos donde los combatientes han asumido mayoritariamente de manera personal la causa por la que combaten. De otro, que se trata de una guerra cercana que tiene lugar en el seno de la propia sociedad y cuyos enemigos no son desconocidos. La primera de las características tiene como consecuencia que la contienda sea encarnizada, porque está en juego una cuestión de principios y en la que es muy difícil, si no imposible, transigir3. De la segunda se deriva que sea una guerra vergonzante para la comunidad en cuyo seno tiene lugar, sobre todo cuando, al llegar la paz, trata de superarla, de recomponerse y de seguir hacia adelante. De ahí que la guerra civil, generalmente, no sea un pendón de orgullo que ostentan los vencedores pues, siendo una guerra sin gloria, porque debilita a la propia comunidad, es mucho mejor convertirla a través de la memoria en otra guerra más digna, por ejemplo contra un enemigo exterior infiltrado con el que se ha acabado en el curso del conflicto.
Explicación:
espero te ayude :3