¿Que está sucediendo con los suelos agrícolas en el Perú y en tu localidad
: Una cuestión primordial es reflexionar sobre el concepto mismo de frontera agrícola y tratar de entender qué significa. En primer lugar, se debe comprender que, en los últimos cincuenta años, la producción agropecuaria no depende exclusivamente de la ampliación de la frontera agrícola, ni en el Perú ni en el mundo. Si bien es cierto ha vivido un crecimiento desde los años sesenta, de ello es responsable solo en un 5 % la expansión de la frontera agrícola, mientras que en un 95 % se debe al aumento de la producción por hectárea. Si el objetivo es incrementar la producción agropecuaria del país, el factor menos importante es el aumento de la frontera agrícola. Hay otros factores; por ejemplo, explotar con mayor intensidad las tierras de cultivo, con dos o más cosechas por año, e incluso lograr un mayor rendimiento por hectárea sembrada. También se puede realizar un desplazamiento de un cultivo de bajo valor a otro de alto valor.
Otra cuestión que destacar es que las actuales tierras agropecuarias son suficientes. El Perú tiene un saldo comercial positivo en materia agropecuaria, entre importaciones y exportaciones. En realidad, podría producir menos y todavía sería «suficiente» para satisfacer la demanda interna. Si pensamos en un suministro de alimentos adecuado para toda la población peruana, el aumento de la producción que sería necesario es bastante pequeño. La dotación de calorías y nutrientes por habitante ha aumentado con fuerza y se acerca a países desarrollados, de tal manera que difícilmente va a crecer más.
Entonces, al contar con una producción agropecuaria suficiente, se hace evidente que no es necesario aumentar la frontera agrícola. Incluso podría disminuir la cantidad de tierra cultivada sin que por ello sufra mayormente la producción agropecuaria. Además, necesitamos analizar el concepto de frontera agrícola, que parece ser un concepto agronómico: tierras aptas para el cultivo. Sin embargo, hay que recordar que esto siempre está condicionado a cierta tecnología y normas sociales. Por ejemplo, si tengo tierra en la selva que es apta para el cultivo, podría tirar abajo los árboles y sembrarla; sería una «tierra disponible», aunque a costa de olvidarme de las regulaciones ambientales. El otro punto es que la frontera agrícola está vinculada a la inversión; con suficiente inversión, un desierto puede transformarse en cultivable. El Perú ha sido testigo de todos los proyectos de irrigación, donde una tierra eriaza y desértica se convierte en un vergel que produce leche y hortalizas con una simple inversión en irrigación. Si se justifica o no, si esa inversión está mal hecha o no, es otra cuestión. Lo que destaco es que buena parte del desierto costero del Perú ha sido conquistado como tierra agrícola por el ser humano, a partir de una inversión
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espero q te sirva
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¿Que está sucediendo con los suelos agrícolas en el Perú y en tu localidad
: Una cuestión primordial es reflexionar sobre el concepto mismo de frontera agrícola y tratar de entender qué significa. En primer lugar, se debe comprender que, en los últimos cincuenta años, la producción agropecuaria no depende exclusivamente de la ampliación de la frontera agrícola, ni en el Perú ni en el mundo. Si bien es cierto ha vivido un crecimiento desde los años sesenta, de ello es responsable solo en un 5 % la expansión de la frontera agrícola, mientras que en un 95 % se debe al aumento de la producción por hectárea. Si el objetivo es incrementar la producción agropecuaria del país, el factor menos importante es el aumento de la frontera agrícola. Hay otros factores; por ejemplo, explotar con mayor intensidad las tierras de cultivo, con dos o más cosechas por año, e incluso lograr un mayor rendimiento por hectárea sembrada. También se puede realizar un desplazamiento de un cultivo de bajo valor a otro de alto valor.
Otra cuestión que destacar es que las actuales tierras agropecuarias son suficientes. El Perú tiene un saldo comercial positivo en materia agropecuaria, entre importaciones y exportaciones. En realidad, podría producir menos y todavía sería «suficiente» para satisfacer la demanda interna. Si pensamos en un suministro de alimentos adecuado para toda la población peruana, el aumento de la producción que sería necesario es bastante pequeño. La dotación de calorías y nutrientes por habitante ha aumentado con fuerza y se acerca a países desarrollados, de tal manera que difícilmente va a crecer más.
Entonces, al contar con una producción agropecuaria suficiente, se hace evidente que no es necesario aumentar la frontera agrícola. Incluso podría disminuir la cantidad de tierra cultivada sin que por ello sufra mayormente la producción agropecuaria. Además, necesitamos analizar el concepto de frontera agrícola, que parece ser un concepto agronómico: tierras aptas para el cultivo. Sin embargo, hay que recordar que esto siempre está condicionado a cierta tecnología y normas sociales. Por ejemplo, si tengo tierra en la selva que es apta para el cultivo, podría tirar abajo los árboles y sembrarla; sería una «tierra disponible», aunque a costa de olvidarme de las regulaciones ambientales. El otro punto es que la frontera agrícola está vinculada a la inversión; con suficiente inversión, un desierto puede transformarse en cultivable. El Perú ha sido testigo de todos los proyectos de irrigación, donde una tierra eriaza y desértica se convierte en un vergel que produce leche y hortalizas con una simple inversión en irrigación. Si se justifica o no, si esa inversión está mal hecha o no, es otra cuestión. Lo que destaco es que buena parte del desierto costero del Perú ha sido conquistado como tierra agrícola por el ser humano, a partir de una inversión