¿Qué es y de donde proviene el: -Catolicismo -Evangelismo -Testigos de Jehová -Mormón ¿Como se trajo el catolicismo a Sudamérica? y... ¿Que es una secta? y ejemplos Pd: que sea breve plis
Avila978
Cuando comenzamos nuestros estudios en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central, Bolívar era un muchacho alto y desgarbado, con los rizos de su cabeza siempre alborotados, y sus ojos inquisitivos miraban fijamente a través de las gruesas lunas de sus lentes. En las diarias reuniones del grupo que formábamos con Luis Corral y Ulises Estrella, el timbre inconfundible de su voz parecía ondular entre las palabras cada vez que componía sus discursos, en un estilo personalísimo que le daba un aspecto profesoral y familiar al mismo tiempo, lo cual no le privaba del agudo sentido del humor que no le abandonó ni en sus últimos días. Eran los meses finales de 1959 y estábamos viviendo el ocaso de aquel extraño período de estabilidad constitucional que fue iniciado en 1948 por el señor Plaza. En su transcurso se había cumplido el único período completo del doctor Velasco Ibarra (1952-56), y su soberbio sucesor se preparaba a abandonar el poder con toda la parafernalia que correspondía a un Ponce de abolengo, a quien no parecían perturbarle los vientos que llegaban del Caribe, como tampoco pudo hacerlo la «pifia más sonora del hemisferio occidental» que los guayaquileños le propinaron en el Estadio Modelo. Los simples mortales, en cambio, nos sentíamos atrapados por la general expectativa que había generado la reciente entrada en La Habana de Fidel Castro y su guerrilla legendaria: la palabra revolución, que siempre se había usado para nombrar cual- 10 quier asonada de las muchas que hubo en los años precedentes, había venido a romper la paz casi aldeana que todavía nos rodeaba, y en su lugar habíamos sentido llegar esa zozobra que solo puede causar lo desconocido. Era una palabra que rodaba de boca en boca, tomaba por asalto las columnas de los diarios y los espacios radiales, pero sobre todo polarizaba los incesantes comentarios: su sola aparición en el contexto de las conversaciones de café y en las tertulias callejeras era el comienzo de disputas memorables, a veces coincidentes con las tendencias predominantes de la política de entonces, pero otras veces insensiblemente desplegadas en sus márgenes, como si no hubiesen tenido ninguna relación con las proclamas socialistas de esos tiempos, y mucho menos con los artículos de fe que profesaban liberales y conservadores. Sin que pudiéramos advertirlo, la palabra revolución había empezado a abrir un horizonte nuevo, distinto de lo que era hasta entonces conocido; un horizonte que correspondía a un espacio-otro, aún sin explorar, que provocaba atracción y temor al mismo tiempo; un horizonte que se mostraba ideal para el despliegue de los sueños de aquellos que, como nosotros, habían llegado al umbral de la vida y se sentían dispuestos a iniciarla como solo se puede iniciar la construcción de un mundo nuevo.
1 votes Thanks 0
Hannah2004
hum... bonita narración descriptiva... pero no era lo que pedí