Probablemente, va a ser el hombre y su acción sobre el medio ambiente, el que va a determinar las características del futuro más inmediato de la biosfera. Dos rasgos fundamentales distinguen a la evolución humana de la del resto de seres vivos: una rápida y potente evolución cultural, que se suma a la más lenta y común con otros seres vivos, la evolución genética, y como consecuencia de esta cultura, una acción sobre el medio ambiente de gran envergadura, que ningún ser vivo había producido hasta la fecha; como consecuencia el hombre, puede influir sobre su propio proceso evolutivo, para bien o para mal.
Probablemente, va a ser el hombre y su acción sobre el medio ambiente, el que va a determinar las características del futuro más inmediato de la biosfera. Dos rasgos fundamentales distinguen a la evolución humana de la del resto de seres vivos: una rápida y potente evolución cultural, que se suma a la más lenta y común con otros seres vivos, la evolución genética, y como consecuencia de esta cultura, una acción sobre el medio ambiente de gran envergadura, que ningún ser vivo había producido hasta la fecha; como consecuencia el hombre, puede influir sobre su propio proceso evolutivo, para bien o para mal.