Por medio de este pregón estandarizado en idioma español el conquistador debía informar a los indígenas de que Dios , creador de los primeros hombres, había elegido a San Pedro y a sus sucesores de Roma como monarcas del mundo, superiores en autoridad a todos los príncipes de la Tierra. Un Papa posterior, Alejandro VI, había conferido la posesión de los indios al rey de Castilla. Por consiguiente, los indios recibían la orden de reconocer su autoridad y quedar como sus súbditos libres, cristianos. Toda negativa o toda tardanza en aceptar estas demandas entrañarían la guerra inmediata (Guerra justa), haciéndoles reos de muerte o de esclavización como rebeldes. La lectura terminaba con la amenaza de tomar los bienes de los oyentes, y de esclavizar a sus mujeres e hijos, y hacerles "todos los males y daños que pudiere" si no cumplían con este mandato o requerimiento.
Con el mensaje del Requerimiento surge la discusión entre Castilla y Portugal sobre la posesión de las tierras descubiertas y la titularidad de las zonas de expansión en el Atlántico. Esto se resuelve en 1494 con el Tratado de Tordesillas. De igual forma, el Requerimiento da lugar a un debate político y moral, sobre los derechos de los indígenas y su condición de hijos de Dios. Mientras los españoles someten a los indios y los convierten al cristianismo surge la preocupación moral sobre la vida y condición de los indios. Es importante resaltar que este planteamiento surgió de los propios españoles, como por ejemplo Bartolomé de las Casas iniciándose así una importante corriente pensadora.
En 1511 el dominico fray Antonio de Montesinos también trata esta cuestión. Dirigiendo un sermón a sus fieles de La Española denuncia el mal trato de los indios, lo que provoca al año siguiente en Burgos una junta de teólogos y juristas para discutir el problema. Esta junta reconoce que los indios son hombres libres, pero que deben someterse a la Corona de España en virtud de las bulas.
Teólogos y juristas piensan que deben ser instruidos en la fe, que tengan casas y haciendas propias y que trabajen a cambio de un salario. Se cree que estos ignoran la concesión del papa a los reyes de Castilla por ello, deben de explicarse a través de una declaración que debe ilustrar la existencia de dios, de cómo Jesucristo concedió el principado al papa y de cómo unos de los pontífices hizo donación de sus tierras a los españoles y que en consecuencia son dueños de esas tierras . Esto es lo que contenía esa explicación de pertenecimiento de la India a España recogida en el requerimiento.
Fue redactado por el jurista Juan López de Palacios Rubios en 1512, que explicaba que Dios hizo el cielo y el planeta y una pareja de la que todos provenimos, y que hizo a san Pedro para que fuese el linaje superior del ser humano el descendiente de este, vivía en Roma y era el papa, quien hizo donación de todas las indias a los reyes de Castilla en virtud de ciertas escrituras. Los indios podían tomarse todo el tiempo necesario, pero su colofón dictaba que si no aceptaban la posesión de las indias por parte de los españoles les amenazaban con la guerra y la esclavitud. El formalismo duró décadas
Por medio de este pregón estandarizado en idioma español el conquistador debía informar a los indígenas de que Dios , creador de los primeros hombres, había elegido a San Pedro y a sus sucesores de Roma como monarcas del mundo, superiores en autoridad a todos los príncipes de la Tierra. Un Papa posterior, Alejandro VI, había conferido la posesión de los indios al rey de Castilla. Por consiguiente, los indios recibían la orden de reconocer su autoridad y quedar como sus súbditos libres, cristianos. Toda negativa o toda tardanza en aceptar estas demandas entrañarían la guerra inmediata (Guerra justa), haciéndoles reos de muerte o de esclavización como rebeldes. La lectura terminaba con la amenaza de tomar los bienes de los oyentes, y de esclavizar a sus mujeres e hijos, y hacerles "todos los males y daños que pudiere" si no cumplían con este mandato o requerimiento.
Con el mensaje del Requerimiento surge la discusión entre Castilla y Portugal sobre la posesión de las tierras descubiertas y la titularidad de las zonas de expansión en el Atlántico. Esto se resuelve en 1494 con el Tratado de Tordesillas. De igual forma, el Requerimiento da lugar a un debate político y moral, sobre los derechos de los indígenas y su condición de hijos de Dios. Mientras los españoles someten a los indios y los convierten al cristianismo surge la preocupación moral sobre la vida y condición de los indios. Es importante resaltar que este planteamiento surgió de los propios españoles, como por ejemplo Bartolomé de las Casas iniciándose así una importante corriente pensadora.
En 1511 el dominico fray Antonio de Montesinos también trata esta cuestión. Dirigiendo un sermón a sus fieles de La Española denuncia el mal trato de los indios, lo que provoca al año siguiente en Burgos una junta de teólogos y juristas para discutir el problema. Esta junta reconoce que los indios son hombres libres, pero que deben someterse a la Corona de España en virtud de las bulas.
Teólogos y juristas piensan que deben ser instruidos en la fe, que tengan casas y haciendas propias y que trabajen a cambio de un salario. Se cree que estos ignoran la concesión del papa a los reyes de Castilla por ello, deben de explicarse a través de una declaración que debe ilustrar la existencia de dios, de cómo Jesucristo concedió el principado al papa y de cómo unos de los pontífices hizo donación de sus tierras a los españoles y que en consecuencia son dueños de esas tierras . Esto es lo que contenía esa explicación de pertenecimiento de la India a España recogida en el requerimiento.
Fue redactado por el jurista Juan López de Palacios Rubios en 1512, que explicaba que Dios hizo el cielo y el planeta y una pareja de la que todos provenimos, y que hizo a san Pedro para que fuese el linaje superior del ser humano el descendiente de este, vivía en Roma y era el papa, quien hizo donación de todas las indias a los reyes de Castilla en virtud de ciertas escrituras. Los indios podían tomarse todo el tiempo necesario, pero su colofón dictaba que si no aceptaban la posesión de las indias por parte de los españoles les amenazaban con la guerra y la esclavitud. El formalismo duró décadas