s
Esta acepción del término lo asimila a cualquier tipo de conexión causal entre dos
fenómenos o, incluso, a su mera posibilidad. Ello supone una gran imprecisión
conceptual del término, aunque presenta la ventaja de que nos permite aplicarlo a
cualquier ámbito de la realidad.
Nos surge, por tanto, la necesidad de establecer una primera distinción teórica
entre los fenómenos de poder que se generan en la naturaleza, según unas relaciones
de carácter puramente material y que siguen unas leyes mecánicas o impersonales,
de aquellos otros fenómenos de poder que nacen de la actuación de los seres
humanos y que, en su condición de seres pensantes, desarrollan formas particulares
de dominio o influencia sobre la propia naturaleza.
A las relaciones de poder que se desarrollan en el ámbito del mundo de la
naturaleza, las denominaremos con el término de poder natural. A ellas solemos
referirnos cuando señalamos el poder destructor de la naturaleza (por ejemplo:
Calduch, R.- Relaciones Internacionales.- Edit. Ediciones Ciencias Sociales. Madrid, 1991 2
seísmos, huracanes, inundaciones, etc.), o su poder creador y reproductor (fertilidad
de la tierra, la fecundidad de los animales, etc.).
En cambio, cuando nos referimos a un tipo particular de poder que se,
constituye como un atributo exclusivo del ser humano, de cualquier hombre por el
simple hecho de serlo, lo denominaremos con el término de poder humano. El poder
humano podemos definirlo diciendo que es la utilización consciente de las
capacidades humanas en orden a generar ciertos efectos o resultados en la naturaleza
o en la realidad social.
De este concepto podemos deducir una serie de consideraciones importantes
para nuestro análisis:
1. El poder humano se genera .como una conjugación de las dos dimensiones
básicas del hombre, la material o biológica, y la espiritual o sicológica. Nose
puede excluir ninguna de estas dos dimensiones del ser humano ya que éste
nace y se desarrolla gracias a su interacción, aunque en cada .manifestación
concreta podemos destacar más una u otra de ambas dimensiones.
2. Si consideramos que el hombre es un ser limitado en sus capacidades
(físicas o psíquicas) resulta lógico concluir que el poder humano alcanzará
hasta. donde lo permitan tales capacidades. En otras palabras, el poder.
humano posee unos límites o condicionamientos absolutos derivados de los
que posee la propia condición humana en las dimensiones antes mencionadas.
Tan imposible resultan al hombre ciertos actos, por evidentes limitaciones
biológicas, por ejemplo, la reproducción ovovivípara, como por
condicionamientos psicológicos, por ejemplo, vivir sin emociones o
sentimientos.
Junto a las limitaciones absolutas, el poder humano goza también de unas
limitaciones o condicionamientos históricos, es decir, actividades que
resultaban imposibles para el hombre en ciertas etapas y que en cambio puede
realizar en períodos posteriores. La transcendencia de estas limitaciones
históricas ha sido posible gracias a la sociabilidad humana que le ha permitido
descubrir, movilizar y perfeccionar sus propias capacidades individuales en elrealizados
por el hombre de una forma mecánica o preconsciente, por ejemplo, la
respiración oo no,
pero que en todo caso afectarán a la racionalidad de nuestras actuaciones. En
estos sup
poder humano. No obstante, en la medida en que el poder de cada persona concreta
depende en cierto modo de sus capacidades (físicas y psicológicas), y teniendo en
cuenta que la experiencia de las capacidades son distintas y desiguales entre las
diversas personas, resulta imprescindible concluir que el ejercicio del poder humano
Explicación:
" Life is not a problem to be solved but a reality to be experienced! "
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s
Esta acepción del término lo asimila a cualquier tipo de conexión causal entre dos
fenómenos o, incluso, a su mera posibilidad. Ello supone una gran imprecisión
conceptual del término, aunque presenta la ventaja de que nos permite aplicarlo a
cualquier ámbito de la realidad.
Nos surge, por tanto, la necesidad de establecer una primera distinción teórica
entre los fenómenos de poder que se generan en la naturaleza, según unas relaciones
de carácter puramente material y que siguen unas leyes mecánicas o impersonales,
de aquellos otros fenómenos de poder que nacen de la actuación de los seres
humanos y que, en su condición de seres pensantes, desarrollan formas particulares
de dominio o influencia sobre la propia naturaleza.
A las relaciones de poder que se desarrollan en el ámbito del mundo de la
naturaleza, las denominaremos con el término de poder natural. A ellas solemos
referirnos cuando señalamos el poder destructor de la naturaleza (por ejemplo:
Calduch, R.- Relaciones Internacionales.- Edit. Ediciones Ciencias Sociales. Madrid, 1991 2
seísmos, huracanes, inundaciones, etc.), o su poder creador y reproductor (fertilidad
de la tierra, la fecundidad de los animales, etc.).
En cambio, cuando nos referimos a un tipo particular de poder que se,
constituye como un atributo exclusivo del ser humano, de cualquier hombre por el
simple hecho de serlo, lo denominaremos con el término de poder humano. El poder
humano podemos definirlo diciendo que es la utilización consciente de las
capacidades humanas en orden a generar ciertos efectos o resultados en la naturaleza
o en la realidad social.
De este concepto podemos deducir una serie de consideraciones importantes
para nuestro análisis:
1. El poder humano se genera .como una conjugación de las dos dimensiones
básicas del hombre, la material o biológica, y la espiritual o sicológica. Nose
puede excluir ninguna de estas dos dimensiones del ser humano ya que éste
nace y se desarrolla gracias a su interacción, aunque en cada .manifestación
concreta podemos destacar más una u otra de ambas dimensiones.
2. Si consideramos que el hombre es un ser limitado en sus capacidades
(físicas o psíquicas) resulta lógico concluir que el poder humano alcanzará
hasta. donde lo permitan tales capacidades. En otras palabras, el poder.
humano posee unos límites o condicionamientos absolutos derivados de los
que posee la propia condición humana en las dimensiones antes mencionadas.
Tan imposible resultan al hombre ciertos actos, por evidentes limitaciones
biológicas, por ejemplo, la reproducción ovovivípara, como por
condicionamientos psicológicos, por ejemplo, vivir sin emociones o
sentimientos.
Junto a las limitaciones absolutas, el poder humano goza también de unas
limitaciones o condicionamientos históricos, es decir, actividades que
resultaban imposibles para el hombre en ciertas etapas y que en cambio puede
realizar en períodos posteriores. La transcendencia de estas limitaciones
históricas ha sido posible gracias a la sociabilidad humana que le ha permitido
descubrir, movilizar y perfeccionar sus propias capacidades individuales en elrealizados
por el hombre de una forma mecánica o preconsciente, por ejemplo, la
respiración oo no,
pero que en todo caso afectarán a la racionalidad de nuestras actuaciones. En
estos sup
poder humano. No obstante, en la medida en que el poder de cada persona concreta
depende en cierto modo de sus capacidades (físicas y psicológicas), y teniendo en
cuenta que la experiencia de las capacidades son distintas y desiguales entre las
diversas personas, resulta imprescindible concluir que el ejercicio del poder humano
Explicación: