Aristóteles cree que el bien supremo del hombre es la felicidad. Ésta es la máxima virtud. Pero a diferencia de su maestro Platón, para quien el Bien es único, la felicidad (o el bien en Aristóteles) consiste en el ejercicio perfecto de cada actividad propia del hombre.
Explicación:
Aristóteles afirma que la felicidad es una actividad de acuerdo a la virtud. El hombre feliz vive bien y obra bien. El obrar sigue al ser para la consecución de su finalidad.
Aun cuando la manera de vivir la vida sea elegible, en tanto que somos seres naturales tenemos una finalidad. Dicha finalidad es la felicidad a través de la trascendencia.
Felicidad como virtud
La felicidad es lo mejor, y lo más bello y lo más deleitoso. Esto es la virtud, que nos hace capaces de practicar las bellas acciones. La felicidad pertenece a las cosas venerables y perfectas por ser un principio, pues por causa de ella hacemos todo lo demás. La virtud humana no es la del cuerpo, sino la del alma, así la felicidad será una actividad del alma.
Felicidad como bien supremo
El bien supremo o fin final que perseguimos es aquel que no se busca para alcanzar otra cosa, sino que es apetecible siempre por sí mismo y jamás por otra cosa. Parece que éste es la felicidad; ya que la escogemos siempre por encima de todo; es decir, por sí misma y jamás por otra cosa (a diferencia del honor, la riqueza y el placer, que se escogen deseando encontrar en ellas la felicidad). El bien autosuficiente es aquel que por sí solo torna amable la vida, y tal bien es la felicidad.
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Respuesta:
Aristóteles cree que el bien supremo del hombre es la felicidad. Ésta es la máxima virtud. Pero a diferencia de su maestro Platón, para quien el Bien es único, la felicidad (o el bien en Aristóteles) consiste en el ejercicio perfecto de cada actividad propia del hombre.
Explicación:
Aristóteles afirma que la felicidad es una actividad de acuerdo a la virtud. El hombre feliz vive bien y obra bien. El obrar sigue al ser para la consecución de su finalidad.
Aun cuando la manera de vivir la vida sea elegible, en tanto que somos seres naturales tenemos una finalidad. Dicha finalidad es la felicidad a través de la trascendencia.
Felicidad como virtud
La felicidad es lo mejor, y lo más bello y lo más deleitoso. Esto es la virtud, que nos hace capaces de practicar las bellas acciones. La felicidad pertenece a las cosas venerables y perfectas por ser un principio, pues por causa de ella hacemos todo lo demás. La virtud humana no es la del cuerpo, sino la del alma, así la felicidad será una actividad del alma.
Felicidad como bien supremo
El bien supremo o fin final que perseguimos es aquel que no se busca para alcanzar otra cosa, sino que es apetecible siempre por sí mismo y jamás por otra cosa. Parece que éste es la felicidad; ya que la escogemos siempre por encima de todo; es decir, por sí misma y jamás por otra cosa (a diferencia del honor, la riqueza y el placer, que se escogen deseando encontrar en ellas la felicidad). El bien autosuficiente es aquel que por sí solo torna amable la vida, y tal bien es la felicidad.