En la clase de Historia de la educación en México, del 29 de Febrero, se dialogó sobre las similitudes que existen en México en la actualidad, con lo que sucedía en el siglo XVIII. Esto se pudo concretar a partir de la lectura del capítulo del siglo de las luces por Dorothy Trank de Estrada y por el video de las reformas borbónicas basado en la obra de Luis Jáuregui, ambas lecturas de capítulos de la colección de historia mínima de COLMEX.
México tuvo un auge intelectual en el siglo XVIII. México no es más una simple colonia, es un pueblo que aspira a más. Con una identidad nacionalista y un orgullo cultural comienza todo.
El rey Carlos III intentaba tener un mayor control ante el pueblo de la Nueva España. Comienza a dar ordenes para seguir con un pueblo sumiso, pero eso ya no se podrá más. En México había ya un pueblo con aspiración a ascender, a llegar a ser como otros países, con formación artística, minera, botánica, científica, entre otras. La educación tiene un papel importante
El rey Carlos III cede el trono a la dinastía de los Borbones, y es ahí cuando todo comienza, incluso la guerra de secesión en España. Pues se tenía en mente que los poderes del rey fueran ilimitados y los podría ejercer sin ningún tipo de obstáculo.
Es importante observar qué tienen en común los sucesos que acontecían en el México del siglo XVIII, con el México del siglo XXI. Para comenzar, sabemos que la autoridad civil recaía en pocos, como ahora. La autoridad la tiene una parte mínima, y tienen grandes diferencias económicas ante la gente normal.
Las clases sociales son marcadas, la gran mayoría son pobres y pocos son muy ricos. No existe un balance. Los ricos cuentan con grandes privilegios y los pobres con ninguno. Los que sabían de negocios se aprovechaban hasta tener un monopolio, y también lo vemos ahora, son pocos los grandes monopolios que no generan competencia y crean una dependencia por parte del pueblo, pues no hay nada más a qué comprar.
Tenemos en común que la gente de gran poder se vale de sus cargos para sus bienes personales. Se aprovechan de su autoridad y de su facilidad de movimientos. Ellos tienen poder ante todos entonces hacen lo que quieren.
Existían reformas al igual que ahora, que deseaban cambiar el rumbo del desarrollo del país. A partir de ellas se sacaban políticas. Así mismo las reformas eran un tanto desconocidas.
¿Y los impuestos donde están? Este hecho es algo que nos preguntamos Cuándo cesará. Pues desde ese entonces se exigían impuestos, que después eran robados por parte de las autoridades para fines propios. En aquel entonces se debían mandar al rey, y si que le llegaban, pero mucho menos de lo que se suponía, pues se los repartían aquí entre el virrey y sus súbditos. Y es lo mismo que sucede ahora, hacen equipo, así que cuando roban ya no es solo uno. Se dividen los botines del trabajo del pueblo.
Son injusticias totales, pues se pide al pueblo gran cantidad de impuestos, los de clase alta o gobernantes pagan poco o nada y a demás se apropian de ellos.
Las clases altas tenían gran preferencia. A los de clase alta española y amigos del rey, se les otorgaban los mejores puestos en las distintas instituciones de gran importancia en la Nueva España. Como sucede ahora, los de clase alta y amigos de los gobernantes, son los que consiguen grandes puestos y de gran importancia. Siempre a pesar de el hecho de que existen personas más preparadas para ese puesto, y más adecuadas, pero no tienen la conexión requerida para llegar hasta ahí. Los de gran linaje eran y son aquellos que tienen un salario fijo de gran cantidad.
Existían como ahora aquellos comerciantes inteligentes. Compraban artesanías y otras cosas a un precio muy barato, solamente iban a otra ciudad o a otra zona y lo vendían mucho más caro. Se aprovechaban.
El tabaco, el alcohol, las ferias, los juegos de azar y las peleas de gallos eran comunes en los días festivos de México. Las mujeres eran grandes fumadoras.
El sacerdote es visto como ser divino. Para muchos el tiene autoridad y el decreto real. El puede pedir pagos para obtener indulgencia, el perdón de los pecados.
En aquel entonces había descontento, injusticias y desorden económico, nada diferente a ahora. Pero en aquel entonces se tenía una visión hacia la mejora, una visión de un México intelectual, propio y desarrollado. Cosa que no se tiene ahora. Se debe regresar al tiempo y recordar las cosas buenas que han pasado en el país, para retomarlas. México necesita un deber de regresar al siglo XVIII y aprender de los errores, para aprender y mejorar.
Respuesta:
En la clase de Historia de la educación en México, del 29 de Febrero, se dialogó sobre las similitudes que existen en México en la actualidad, con lo que sucedía en el siglo XVIII. Esto se pudo concretar a partir de la lectura del capítulo del siglo de las luces por Dorothy Trank de Estrada y por el video de las reformas borbónicas basado en la obra de Luis Jáuregui, ambas lecturas de capítulos de la colección de historia mínima de COLMEX.
México tuvo un auge intelectual en el siglo XVIII. México no es más una simple colonia, es un pueblo que aspira a más. Con una identidad nacionalista y un orgullo cultural comienza todo.
El rey Carlos III intentaba tener un mayor control ante el pueblo de la Nueva España. Comienza a dar ordenes para seguir con un pueblo sumiso, pero eso ya no se podrá más. En México había ya un pueblo con aspiración a ascender, a llegar a ser como otros países, con formación artística, minera, botánica, científica, entre otras. La educación tiene un papel importante
El rey Carlos III cede el trono a la dinastía de los Borbones, y es ahí cuando todo comienza, incluso la guerra de secesión en España. Pues se tenía en mente que los poderes del rey fueran ilimitados y los podría ejercer sin ningún tipo de obstáculo.
Es importante observar qué tienen en común los sucesos que acontecían en el México del siglo XVIII, con el México del siglo XXI. Para comenzar, sabemos que la autoridad civil recaía en pocos, como ahora. La autoridad la tiene una parte mínima, y tienen grandes diferencias económicas ante la gente normal.
Las clases sociales son marcadas, la gran mayoría son pobres y pocos son muy ricos. No existe un balance. Los ricos cuentan con grandes privilegios y los pobres con ninguno. Los que sabían de negocios se aprovechaban hasta tener un monopolio, y también lo vemos ahora, son pocos los grandes monopolios que no generan competencia y crean una dependencia por parte del pueblo, pues no hay nada más a qué comprar.
Tenemos en común que la gente de gran poder se vale de sus cargos para sus bienes personales. Se aprovechan de su autoridad y de su facilidad de movimientos. Ellos tienen poder ante todos entonces hacen lo que quieren.
Existían reformas al igual que ahora, que deseaban cambiar el rumbo del desarrollo del país. A partir de ellas se sacaban políticas. Así mismo las reformas eran un tanto desconocidas.
¿Y los impuestos donde están? Este hecho es algo que nos preguntamos Cuándo cesará. Pues desde ese entonces se exigían impuestos, que después eran robados por parte de las autoridades para fines propios. En aquel entonces se debían mandar al rey, y si que le llegaban, pero mucho menos de lo que se suponía, pues se los repartían aquí entre el virrey y sus súbditos. Y es lo mismo que sucede ahora, hacen equipo, así que cuando roban ya no es solo uno. Se dividen los botines del trabajo del pueblo.
Son injusticias totales, pues se pide al pueblo gran cantidad de impuestos, los de clase alta o gobernantes pagan poco o nada y a demás se apropian de ellos.
Las clases altas tenían gran preferencia. A los de clase alta española y amigos del rey, se les otorgaban los mejores puestos en las distintas instituciones de gran importancia en la Nueva España. Como sucede ahora, los de clase alta y amigos de los gobernantes, son los que consiguen grandes puestos y de gran importancia. Siempre a pesar de el hecho de que existen personas más preparadas para ese puesto, y más adecuadas, pero no tienen la conexión requerida para llegar hasta ahí. Los de gran linaje eran y son aquellos que tienen un salario fijo de gran cantidad.
Existían como ahora aquellos comerciantes inteligentes. Compraban artesanías y otras cosas a un precio muy barato, solamente iban a otra ciudad o a otra zona y lo vendían mucho más caro. Se aprovechaban.
El tabaco, el alcohol, las ferias, los juegos de azar y las peleas de gallos eran comunes en los días festivos de México. Las mujeres eran grandes fumadoras.
El sacerdote es visto como ser divino. Para muchos el tiene autoridad y el decreto real. El puede pedir pagos para obtener indulgencia, el perdón de los pecados.
En aquel entonces había descontento, injusticias y desorden económico, nada diferente a ahora. Pero en aquel entonces se tenía una visión hacia la mejora, una visión de un México intelectual, propio y desarrollado. Cosa que no se tiene ahora. Se debe regresar al tiempo y recordar las cosas buenas que han pasado en el país, para retomarlas. México necesita un deber de regresar al siglo XVIII y aprender de los errores, para aprender y mejorar.
Verified answer
Respuesta:
que una hay mas sometimiento explosivo laboral y en otro da flojera trabajar ;p
Explicación: