Creo que la diferencia está explícita, incluso, podríamos identificarla por la misma preguntas que haces.
Simplemente, la literatura y las artes escénicas son dos artes totalmente distintos, y aunque los dos puedan unirse o encontrarse en el teatro, esto no hace que se parezcan.
Podemos decir que en el teatro como género literario, lo que más importa es el drama de la historia, mientras que en las artes escénicas, se enfoca más en transmitir más a través de sus escenarios.
Las grandes obras de la literatura universal comparten también esta historia. La Iliada y la Odisea, dos de las obras fundacionales de lo que hoy llamamos literatura universal, surgen originalmente como poemas cantados por aedos y rapsodas. Cuando aún no se divulgaban textos en papel, ya no digamos de forma impresa, sino que la inmensa mayoría de la población se enteraba de la historia de su pueblo mediante la tradición oral, los poetas eran las grandes enciclopedias andantes de la tradición de un pueblo. Ellos eran en cierto modo la encarnación de la cultura, puesto que de ellos y su memoria dependía la salvaguarda de las historias ancestrales que amueblaban el imaginario de los antiguos griegos.
El mismo Aristóteles dice, hablando en su poética sobre las grandes tragedias, que no hay diferencia radical alguna entre la poesía y la música; más aún, no hay diferencia alguna entre poesía, teatro y música. Las tres constituyen el mismo arte, el cual no está pensado para ser disfrutado en papel sino en un escenario. La consumación de las formas de arte griegas se da en el teatro; ahí la literatura adquiere vida gracias a la música. Es por eso también que Aristóteles dice que la música es la forma de arte más elevada; porque al ser un arte que se interpreta en un escenario, sobre el transcurso del tiempo y de una línea narrativa que depende de la historia retratada en la tragedia, la música no copia emociones, sino que las produce en el espectador. De esta forma el público se hace uno con los personajes y sólo así logra llegar a la catarsis: la sublimación de las pasiones y las faltas consumándolas en los personajes principales.
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Creo que la diferencia está explícita, incluso, podríamos identificarla por la misma preguntas que haces.
Simplemente, la literatura y las artes escénicas son dos artes totalmente distintos, y aunque los dos puedan unirse o encontrarse en el teatro, esto no hace que se parezcan.
Podemos decir que en el teatro como género literario, lo que más importa es el drama de la historia, mientras que en las artes escénicas, se enfoca más en transmitir más a través de sus escenarios.
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Las grandes obras de la literatura universal comparten también esta historia. La Iliada y la Odisea, dos de las obras fundacionales de lo que hoy llamamos literatura universal, surgen originalmente como poemas cantados por aedos y rapsodas. Cuando aún no se divulgaban textos en papel, ya no digamos de forma impresa, sino que la inmensa mayoría de la población se enteraba de la historia de su pueblo mediante la tradición oral, los poetas eran las grandes enciclopedias andantes de la tradición de un pueblo. Ellos eran en cierto modo la encarnación de la cultura, puesto que de ellos y su memoria dependía la salvaguarda de las historias ancestrales que amueblaban el imaginario de los antiguos griegos.
El mismo Aristóteles dice, hablando en su poética sobre las grandes tragedias, que no hay diferencia radical alguna entre la poesía y la música; más aún, no hay diferencia alguna entre poesía, teatro y música. Las tres constituyen el mismo arte, el cual no está pensado para ser disfrutado en papel sino en un escenario. La consumación de las formas de arte griegas se da en el teatro; ahí la literatura adquiere vida gracias a la música. Es por eso también que Aristóteles dice que la música es la forma de arte más elevada; porque al ser un arte que se interpreta en un escenario, sobre el transcurso del tiempo y de una línea narrativa que depende de la historia retratada en la tragedia, la música no copia emociones, sino que las produce en el espectador. De esta forma el público se hace uno con los personajes y sólo así logra llegar a la catarsis: la sublimación de las pasiones y las faltas consumándolas en los personajes principales.
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