En la era precolombina, las puntas de flecha, los fragmentos de cerámica y las pinturas rupestres en las cavernas en la sierra del Laurel, y cerca del actual poblado de Las Negritas, atestiguan la presencia del hombre en este territorio, desde hace más de 20.000 años. Ya en la Colonia, Pedro Almíndez Chirino fue el primer español que se internó en este territorio, tal vez a finales de 1530 o principios de 1531, en cumplimiento de instrucciones dadas por Nuño de Guzmán.
Antes de la llegada de los españoles, el territorio de lo que ahora es el Estado de Aguascalientes estuvo habitado por chichimecas, lo que hacía que el territorio fuera de difícil acceso. De hecho, la total ocupación de las tierras de El Bajío fue una labor que tardaría alrededor de dos siglos. Al respecto, el Virrey Luis de Velasco ofrecía beneficios municipales a quienes establecían poblados para hacer frente a los chichimecas. Y por su parte, el virrey Gastón de Peralta decidió enfrentarlos de forma directa, lo que no le dio buenos resultados.
Al estar el territorio en el que actualmente se encuentra el Estado habitado por chichimecas, de los denominados guachichiles, fue que los conquistadores edificaron algunos fuertes o presidios. Sistema que ideó Martín Enríquez de Almansa siguiendo la estrategia que se había venido desarrollando en España durante todo el periodo de la Reconquista. Ello, para proteger el Camino de la Plata,12 que se extendía entre Zacatecas y México, creándose así los tres presidios, fundados por el combatiente de indios Juan Domínguez, que son: el de las Bocas, más tarde denominado de las Bocas de Gallardo, situado en la frontera de Aguascalientes, en lo que era la jurisdicción de la alcaldía mayor de Teocaltiche, actualmente frontera de Aguascalientes y Zacatecas; el de Palmillas, que estuvo ubicado cerca de lo que ahora es Tepezalá; y el de Ciénega Grande, este último fundado hacia el año de 1570, y que estuvo ubicado en lo que ahora son las calles de Moctezuma y Victoria, aunque algunos historiadores lo ubican en la calle 5 de Mayo (otrora Camino Real) y Moctezuma, precisamente frente a la Plaza de Armas. Presidio que tenía como finalidad la protección del Valle de los Romero y el camino a Zacatecas, entrando así a asegurar el paso a los convoyes cargados de plata y otros metales.
La fundación de Aguascalientes como villa devino de la orden que el rey Felipe II diera al oidor de la audiencia de la Nueva Galicia, Don Gerónimo de Orozco, en la que estableció que debería de buscar un hombre rico que se asentara en el territorio, con la finalidad de expulsar a los chichimecas y asegurar el paso seguro. Gerónimo de Orozco, en ejecución de dicha orden, buscó a alguien que aceptase el encargo del rey, encontrando en la ciudad de Santa María de los Lagos a un hombre de nombre Juan de Montoro,13 quien aceptó el encargo y se dirigió al territorio, acompañado de otras once personas, fundándose así el 22 de octubre de 1575 la Villa de las Aguas Calientes. Se ha señalado que originalmente se denominó como San Marcos, cambiando de nombre a partir del 18 de agosto de 1611 por el de Villa de Nuestra Señora de la Asunción de las Aguas Calientes. Y, finalmente, a partir del 2 de junio de 1875, se le denominó Villa de Nuestra Señora de la Asunción de las Aguas Calientes; cambiando posteriormente por ciudad de Aguascalientes, nombre que conserva hasta la actualidad.14
En la era precolombina, las puntas de flecha, los fragmentos de cerámica y las pinturas rupestres en las cavernas en la sierra del Laurel, y cerca del actual poblado de Las Negritas, atestiguan la presencia del hombre en este territorio, desde hace más de 20.000 años. Ya en la Colonia, Pedro Almíndez Chirino fue el primer español que se internó en este territorio, tal vez a finales de 1530 o principios de 1531, en cumplimiento de instrucciones dadas por Nuño de Guzmán.
Antes de la llegada de los españoles, el territorio de lo que ahora es el Estado de Aguascalientes estuvo habitado por chichimecas, lo que hacía que el territorio fuera de difícil acceso. De hecho, la total ocupación de las tierras de El Bajío fue una labor que tardaría alrededor de dos siglos. Al respecto, el Virrey Luis de Velasco ofrecía beneficios municipales a quienes establecían poblados para hacer frente a los chichimecas. Y por su parte, el virrey Gastón de Peralta decidió enfrentarlos de forma directa, lo que no le dio buenos resultados.
Al estar el territorio en el que actualmente se encuentra el Estado habitado por chichimecas, de los denominados guachichiles, fue que los conquistadores edificaron algunos fuertes o presidios. Sistema que ideó Martín Enríquez de Almansa siguiendo la estrategia que se había venido desarrollando en España durante todo el periodo de la Reconquista. Ello, para proteger el Camino de la Plata,12 que se extendía entre Zacatecas y México, creándose así los tres presidios, fundados por el combatiente de indios Juan Domínguez, que son: el de las Bocas, más tarde denominado de las Bocas de Gallardo, situado en la frontera de Aguascalientes, en lo que era la jurisdicción de la alcaldía mayor de Teocaltiche, actualmente frontera de Aguascalientes y Zacatecas; el de Palmillas, que estuvo ubicado cerca de lo que ahora es Tepezalá; y el de Ciénega Grande, este último fundado hacia el año de 1570, y que estuvo ubicado en lo que ahora son las calles de Moctezuma y Victoria, aunque algunos historiadores lo ubican en la calle 5 de Mayo (otrora Camino Real) y Moctezuma, precisamente frente a la Plaza de Armas. Presidio que tenía como finalidad la protección del Valle de los Romero y el camino a Zacatecas, entrando así a asegurar el paso a los convoyes cargados de plata y otros metales.
La fundación de Aguascalientes como villa devino de la orden que el rey Felipe II diera al oidor de la audiencia de la Nueva Galicia, Don Gerónimo de Orozco, en la que estableció que debería de buscar un hombre rico que se asentara en el territorio, con la finalidad de expulsar a los chichimecas y asegurar el paso seguro. Gerónimo de Orozco, en ejecución de dicha orden, buscó a alguien que aceptase el encargo del rey, encontrando en la ciudad de Santa María de los Lagos a un hombre de nombre Juan de Montoro,13 quien aceptó el encargo y se dirigió al territorio, acompañado de otras once personas, fundándose así el 22 de octubre de 1575 la Villa de las Aguas Calientes. Se ha señalado que originalmente se denominó como San Marcos, cambiando de nombre a partir del 18 de agosto de 1611 por el de Villa de Nuestra Señora de la Asunción de las Aguas Calientes. Y, finalmente, a partir del 2 de junio de 1875, se le denominó Villa de Nuestra Señora de la Asunción de las Aguas Calientes; cambiando posteriormente por ciudad de Aguascalientes, nombre que conserva hasta la actualidad.14