Lactancia materna prolongada 2-3 años y no sólo los seis primeros meses de vida. Si la lactancia es artificial mantener la leche de Inicio todo el primer año y cambiar a vaso a partir del año.
Comer en familia sin ver pantallas
Dar ejemplo comiendo saludablemente todos los familiares y el entorno del niño.
Consumir más frutas y verduras (mínimo cinco al día).
Tener comida saludable siempre a la vista y al alcance (zanahorias cortadas y peladas, coliflor, tomates, frutos secos con cáscara -recordad que los frutos secos no deben ser ofrecidos hasta los 4-5 años de edad-, etc.).
Porciones adecuadas a la edad, actividad y tamaño del niño. Los platos de los niños han de ser más pequeños que los de adultos.
Hacer la lista de la compra con tiempo y calma, además de programar los menús varios días antes. La improvisación y las prisas llenan el carro de comida precocinada, embutidos y, en general, de productos muy procesados poco saludables.
No tener en casa patatas fritas, aperitivos, bebidas azucaradas, bollería (incluidas las galletas), lácteos azucarados, natillas, etc., aunque en la familia no haya sobrepeso. Toda la familia debe comer saludablemente, sino la situación es vivida como un castigo al niño con genética «ahorradora».
Más actividad física diaria: ir al colegio andando, pasear y jugar cada día al exterior; los fines de semana hacer excursiones a pie en familia, en lugar de ir a centros comerciales a «pasar la tarde». Estar inscrito en actividades deportivas.
Explicación:
Lactancia materna prolongada 2-3 años y no sólo los seis primeros meses de vida. Si la lactancia es artificial mantener la leche de Inicio todo el primer año y cambiar a vaso a partir del año.
Comer en familia sin ver pantallas
Dar ejemplo comiendo saludablemente todos los familiares y el entorno del niño.
Consumir más frutas y verduras (mínimo cinco al día).
Tener comida saludable siempre a la vista y al alcance (zanahorias cortadas y peladas, coliflor, tomates, frutos secos con cáscara -recordad que los frutos secos no deben ser ofrecidos hasta los 4-5 años de edad-, etc.).
Porciones adecuadas a la edad, actividad y tamaño del niño. Los platos de los niños han de ser más pequeños que los de adultos.
Hacer la lista de la compra con tiempo y calma, además de programar los menús varios días antes. La improvisación y las prisas llenan el carro de comida precocinada, embutidos y, en general, de productos muy procesados poco saludables.
No tener en casa patatas fritas, aperitivos, bebidas azucaradas, bollería (incluidas las galletas), lácteos azucarados, natillas, etc., aunque en la familia no haya sobrepeso. Toda la familia debe comer saludablemente, sino la situación es vivida como un castigo al niño con genética «ahorradora».
Más actividad física diaria: ir al colegio andando, pasear y jugar cada día al exterior; los fines de semana hacer excursiones a pie en familia, en lugar de ir a centros comerciales a «pasar la tarde». Estar inscrito en actividades deportivas.