Durante la Edad Media el comercio de las especias estaba en las manos de los Árabes, que las compraban en la India y las transportaban a los puertos del Mediterráneo, donde se las revendían a comerciantes italianos que iniciaban su distribución por Europa, a través de Constantinopla o Alejandría.
Durante la Edad Media el comercio de las especias estaba en las manos de los Árabes, que las compraban en la India y las transportaban a los puertos del Mediterráneo, donde se las revendían a comerciantes italianos que iniciaban su distribución por Europa, a través de Constantinopla o Alejandría.