La miseria no es inevitable. Si nos unimos podemos erradicarla. Es posible lograrlo si consideramos a quienes viven en situación de pobreza extrema como los primeros e imprescindibles socios de un desarrollo sostenible que no deje a nadie atrás.
Estas afirmaciones constituyen lo central del mensaje que queremos que se escuche alto y claro en este 2017 a través de la campaña mundial, “Pobreza Nunca Más. Actuar Todos por la Dignidad“, aprovechando que celebramos el centenario del nacimiento de Joseph Wresinski, fundador de nuestro Movimiento, y los 30 años del llamamiento que se hizo en la primera celebración del 17 de Octubre como Día para la Erradicación de la Extrema Pobreza.
Ha llegado el momento de construir un mundo en el que no se deje a nadie atrás, retomando las palabras que resonaron ese 17 de octubre de 1987: “Allá donde alla personas condenadas a vivir en la miseria, los derechos humanos son violados. Unirse para hacerlos respetar es un deber sagrado”.
Para actualizar este mensaje necesitamos que muchas, muchas personas firméis el compromiso de acción por un mundo sin miseria. ¿Te animas?
La miseria no es inevitable. Si nos unimos podemos erradicarla. Es posible lograrlo si consideramos a quienes viven en situación de pobreza extrema como los primeros e imprescindibles socios de un desarrollo sostenible que no deje a nadie atrás.
Estas afirmaciones constituyen lo central del mensaje que queremos que se escuche alto y claro en este 2017 a través de la campaña mundial, “Pobreza Nunca Más. Actuar Todos por la Dignidad“, aprovechando que celebramos el centenario del nacimiento de Joseph Wresinski, fundador de nuestro Movimiento, y los 30 años del llamamiento que se hizo en la primera celebración del 17 de Octubre como Día para la Erradicación de la Extrema Pobreza.
Ha llegado el momento de construir un mundo en el que no se deje a nadie atrás, retomando las palabras que resonaron ese 17 de octubre de 1987: “Allá donde alla personas condenadas a vivir en la miseria, los derechos humanos son violados. Unirse para hacerlos respetar es un deber sagrado”.
Para actualizar este mensaje necesitamos que muchas, muchas personas firméis el compromiso de acción por un mundo sin miseria. ¿Te animas?