La Rusia zarista fue absolutista y prácticamente feudal hasta 1961. Había diferencias en la ciudad y el mundo rural. La zona industrial se había establecido un sistema capitalista. Algunas de estas regiones son los Urales, la cuenca del Donetz, zona de Ucrania, Caúcaso y las ciudades de san Petersburgo y Moscú. Esta industria fue creada con capital extranjero, sobre todo francés.
El 80% de la gente eran campesinos. La agricultura no estaba muy desarrollada.
Alejandro II eliminó la existencia de los siervos, dándoles la libertad. Sin embargo si querían hacerse con una de las tierras, tenían que pagar grandes cantidades de dinero. Por ello pasaron a ser asalariados de los ricos campesinos llamados ULAX. El resto de los “siervos” emigraron.
El sistema político de la Rusia zarista fue un sistema de autocracia, quiere decirse que los zares tenían el poder absoluto. Solamente existían oposiciones clandestinas al régimen porque no se admitían ningún tipo de oposición y por tanto o existían los partidos políticos. El zar tenía el apoyo de la iglesia ortodoxa y del ejército.
Características de la Rusia zarista:
La Rusia zarista fue absolutista y prácticamente feudal hasta 1961. Había diferencias en la ciudad y el mundo rural. La zona industrial se había establecido un sistema capitalista. Algunas de estas regiones son los Urales, la cuenca del Donetz, zona de Ucrania, Caúcaso y las ciudades de san Petersburgo y Moscú. Esta industria fue creada con capital extranjero, sobre todo francés.
El 80% de la gente eran campesinos. La agricultura no estaba muy desarrollada.
Alejandro II eliminó la existencia de los siervos, dándoles la libertad. Sin embargo si querían hacerse con una de las tierras, tenían que pagar grandes cantidades de dinero. Por ello pasaron a ser asalariados de los ricos campesinos llamados ULAX. El resto de los “siervos” emigraron.
El sistema político de la Rusia zarista fue un sistema de autocracia, quiere decirse que los zares tenían el poder absoluto. Solamente existían oposiciones clandestinas al régimen porque no se admitían ningún tipo de oposición y por tanto o existían los partidos políticos. El zar tenía el apoyo de la iglesia ortodoxa y del ejército.