as relaciones sanas se construyen sobre la base de una comunicación sana, el respeto mutuo y la confianza. En una relación saludable ambos miembros de la pareja se sienten valorados y respetados, y se respetan sus límites. Los límites pueden ser físicos, emocionales y sexuales. En una relación saludable, cada uno de los miembros de la pareja respeta los objetivos del otro, ya sean personales, profesionales o educativos. También es fundamental respetar la necesidad del otro de pasar tiempo con otras personas o a solas. La dinámica de las relaciones saludables puede aplicarse a las parejas íntimas, los amigos, la familia y los compañeros de trabajo.
La comunicación es un elemento clave de una relación saludable.
El uso de un lenguaje degradante o pasivo-agresivo y no expresar las necesidades de uno puede ser perjudicial para una relación.
Cada pareja debe sentirse cómoda expresando sus emociones, frustraciones y preocupaciones sin miedo. En cualquier relación, hay momentos en los que hay desacuerdos, pero en una relación sana es posible estar en desacuerdo de forma mutuamente respetuosa.
Cuando se tiene un desacuerdo, no debe haber tropiezos de culpa, manipulación, intimidación, violencia o amenazas de violencia.
Esto incluye la violencia simbólica como el lanzamiento o la rotura de objetos o el daño a la propiedad durante una discusión.
La confianza es otro componente clave en una relación saludable.
Cuando se ha ganado la confianza en una relación, los celos no deben ser un factor.
Cuando hay una falta de confianza en una relación puede manifestarse en formas como el resentimiento por el tiempo que se pasa con otras personas, la vigilancia de la comunicación en formas como la exigencia de leer mensajes de texto y correos electrónicos, el deseo de obtener contraseñas para las cuentas de los medios sociales y el deseo de que las llamadas telefónicas sean atendidas por el altavoz. Estos tipos de comportamiento muestran que un miembro de la pareja no confía plenamente en el otro, y también podrían ser potenciales señales de alerta para el control y el comportamiento abusivo.
Cuando hay confianza en una relación, un miembro de la pareja no se siente amenazado por el hecho de que el otro tenga otras relaciones con la familia y los amigos.
Respetar los límites es otro factor clave en una relación saludable. No respetar los límites de alguien puede manifestarse de muchas maneras diferentes.
El no respetar los límites emocionales de alguien puede incluir el sacar a relucir dolorosas heridas emocionales durante las discusiones o usar traumas pasados para herir a alguien.
Los límites sexuales pueden ser violados al negarse a practicar el sexo seguro, al coaccionar a alguien para que tenga una actividad sexual con la que no se sienta cómodo, al sabotear el control de la natalidad y al ignorar las palabras seguras.
Los límites físicos pueden ser violados si alguien se siente incómodo con las muestras públicas de afecto pero su pareja sigue mostrando ese comportamiento, no respetando el espacio personal (particularmente durante las discusiones) y usando el tacto físico de una manera con la que su pareja no se siente cómoda.
Es importante saber cuáles son sus límites personales y poder comunicarlos claramente para que puedan ser respetados.
Las relaciones sanas son críticas para la conexión emocional y nos permiten prosperar. Cuando alguien no ha tenido relaciones sanas modeladas para ellos, puede ser difícil tener una relación sana. Sin embargo, nunca es demasiado tarde para aprender a tener relaciones saludables.
Respuesta:
as relaciones sanas se construyen sobre la base de una comunicación sana, el respeto mutuo y la confianza. En una relación saludable ambos miembros de la pareja se sienten valorados y respetados, y se respetan sus límites. Los límites pueden ser físicos, emocionales y sexuales. En una relación saludable, cada uno de los miembros de la pareja respeta los objetivos del otro, ya sean personales, profesionales o educativos. También es fundamental respetar la necesidad del otro de pasar tiempo con otras personas o a solas. La dinámica de las relaciones saludables puede aplicarse a las parejas íntimas, los amigos, la familia y los compañeros de trabajo.
La comunicación es un elemento clave de una relación saludable.
El uso de un lenguaje degradante o pasivo-agresivo y no expresar las necesidades de uno puede ser perjudicial para una relación.
Cada pareja debe sentirse cómoda expresando sus emociones, frustraciones y preocupaciones sin miedo. En cualquier relación, hay momentos en los que hay desacuerdos, pero en una relación sana es posible estar en desacuerdo de forma mutuamente respetuosa.
Cuando se tiene un desacuerdo, no debe haber tropiezos de culpa, manipulación, intimidación, violencia o amenazas de violencia.
Esto incluye la violencia simbólica como el lanzamiento o la rotura de objetos o el daño a la propiedad durante una discusión.
La confianza es otro componente clave en una relación saludable.
Cuando se ha ganado la confianza en una relación, los celos no deben ser un factor.
Cuando hay una falta de confianza en una relación puede manifestarse en formas como el resentimiento por el tiempo que se pasa con otras personas, la vigilancia de la comunicación en formas como la exigencia de leer mensajes de texto y correos electrónicos, el deseo de obtener contraseñas para las cuentas de los medios sociales y el deseo de que las llamadas telefónicas sean atendidas por el altavoz. Estos tipos de comportamiento muestran que un miembro de la pareja no confía plenamente en el otro, y también podrían ser potenciales señales de alerta para el control y el comportamiento abusivo.
Cuando hay confianza en una relación, un miembro de la pareja no se siente amenazado por el hecho de que el otro tenga otras relaciones con la familia y los amigos.
Respetar los límites es otro factor clave en una relación saludable. No respetar los límites de alguien puede manifestarse de muchas maneras diferentes.
El no respetar los límites emocionales de alguien puede incluir el sacar a relucir dolorosas heridas emocionales durante las discusiones o usar traumas pasados para herir a alguien.
Los límites sexuales pueden ser violados al negarse a practicar el sexo seguro, al coaccionar a alguien para que tenga una actividad sexual con la que no se sienta cómodo, al sabotear el control de la natalidad y al ignorar las palabras seguras.
Los límites físicos pueden ser violados si alguien se siente incómodo con las muestras públicas de afecto pero su pareja sigue mostrando ese comportamiento, no respetando el espacio personal (particularmente durante las discusiones) y usando el tacto físico de una manera con la que su pareja no se siente cómoda.
Es importante saber cuáles son sus límites personales y poder comunicarlos claramente para que puedan ser respetados.
Las relaciones sanas son críticas para la conexión emocional y nos permiten prosperar. Cuando alguien no ha tenido relaciones sanas modeladas para ellos, puede ser difícil tener una relación sana. Sin embargo, nunca es demasiado tarde para aprender a tener relaciones saludables.
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