1) Empezar de a poco. No esperes correr una maratón de 42 km. el primer día. Empezá de a poco. Subí por las escaleras en lugar de usar el ascensor, caminá 4 minutos y mechá uno de correr intercalado, etc. Cosas chicas, pero que te hagan empezar a mover. Que el cuerpo se entere que algo está cambiando.
2) Distracciones para la carrera. Si la música te sirve para desconectar, probá con eso. Preparate un buen playlist, andá modificando temas y encontrando los que más pegan con tu ritmo, los que más te motivan, o los que más ayudan a correr. Si corrés en cinta o andás en bicicleta fija, podés probar mirando una serie de TV (o algún documental, algún programa que te atraiga, lo que sea). De esa manera distraés un poco a la cabeza del cansancio y hacés que el tiempo pase un poco más rápido.
Si lo tuyo es más natural y menos tecnológico, aprovechá ese momento a sólas para pensar. En tu vida personal, en tu trabajo, en decisiones que tengas que tomar, o en maneras de seguir mejorando.
3) Igual tendrías que hacerlo. Aprovechá para ir al trabajo en bicicleta o ir a hacer las compras caminando. Hacé más saludables las cosas que igualmente tendrías que hacer. De esa manera aprovechás mejor el tiempo y cambiás alguna que otra costumbre por una mejor y más saludable.
4) Dormir mejor. Lo barato sale caro. Y dormir menos no hace que aproveches mejor el tiempo. Tenés más tiempo, pero menos energía disponible. El cerebro está menos descansado, por lo que se le hace más difícil enfocar, retener información, analizarla, y salir con mejores respuestas. Dormí mejor, que no es un desperdicio de tiempo.
5) Comer mejor. Es básico: Se trata de alimentar mejor a tu cuerpo, la máquina que estás haciendo trabajar. Comé mejor en cantidad y en calidad. Si podés, consultá lo que necesites con un nutricionista.
6) Encontrar modelos, objetivos, metas. Depende de lo que quieras mejorar, tomá modelos que ya estén ahí. Si es el peso, encontrá a quienes hayan mejorado en ese sentido y fijate cómo lo hicieron. Si es cuestión de cambiar hábitos saludables, hay miles de artículos en internet de gente que ya cambió y cuenta su experiencia. Si necesitás fotos, buscá fotos. Encontrá la manera de visualizar un objetivo para poder empezar a caminar hacia ese lado.
7) Medir resultados. Así como tenés claro y en concreto el objetivo al que querés llegar, medí de igual manera los avances que vayas dando. Un excel, un cuadernito, o una nota en tu celular con los progresos debería bastar para ir viendo cómo mejorás y que eso mismo sirva como motivación.
8) Que se haga un hobbie. Si querés mantenerlo en el tiempo, tenés que empezar a disfrutarlo. Es ilógico hacer algo que sufrís 3 o 4 veces por semana por el resto de tu vida. Transformalo en un hobbie. Puede ser con un deporte (fútbol, natación, remo, ciclismo, surf, lo que quieras), o con una rutina que te sirva casi como terapia (para liberar energía, para pensar a sólas, para ver una serie que te gusta y aprovechar sintiéndote bien, etc).
9) Equiparte bien. En todos los sentidos. Si vas a correr, va a servir comprar unas buenas zapatillas (no todas las caras son buenas, ni todas las buenas son caras). Si vas a hacer una rutina, por ahí sirva consultarla con alguien que sepa del tema. Si vas a practicar un deporte, fijate de estar haciéndolo bien.
10) Ser paciente y perseverante. Va a haber momentos de avanzar mucho rápido y momentos de estancarse un poco en el avance. La clave es ser paciente en los resultados, saber cuando ajustar los procedimientos si es necesario, y seguir esforzándose por avanzar.
1) Empezar de a poco. No esperes correr una maratón de 42 km. el primer día. Empezá de a poco. Subí por las escaleras en lugar de usar el ascensor, caminá 4 minutos y mechá uno de correr intercalado, etc. Cosas chicas, pero que te hagan empezar a mover. Que el cuerpo se entere que algo está cambiando.
2) Distracciones para la carrera. Si la música te sirve para desconectar, probá con eso. Preparate un buen playlist, andá modificando temas y encontrando los que más pegan con tu ritmo, los que más te motivan, o los que más ayudan a correr. Si corrés en cinta o andás en bicicleta fija, podés probar mirando una serie de TV (o algún documental, algún programa que te atraiga, lo que sea). De esa manera distraés un poco a la cabeza del cansancio y hacés que el tiempo pase un poco más rápido.
Si lo tuyo es más natural y menos tecnológico, aprovechá ese momento a sólas para pensar. En tu vida personal, en tu trabajo, en decisiones que tengas que tomar, o en maneras de seguir mejorando.
3) Igual tendrías que hacerlo. Aprovechá para ir al trabajo en bicicleta o ir a hacer las compras caminando. Hacé más saludables las cosas que igualmente tendrías que hacer. De esa manera aprovechás mejor el tiempo y cambiás alguna que otra costumbre por una mejor y más saludable.
4) Dormir mejor. Lo barato sale caro. Y dormir menos no hace que aproveches mejor el tiempo. Tenés más tiempo, pero menos energía disponible. El cerebro está menos descansado, por lo que se le hace más difícil enfocar, retener información, analizarla, y salir con mejores respuestas. Dormí mejor, que no es un desperdicio de tiempo.
5) Comer mejor. Es básico: Se trata de alimentar mejor a tu cuerpo, la máquina que estás haciendo trabajar. Comé mejor en cantidad y en calidad. Si podés, consultá lo que necesites con un nutricionista.
6) Encontrar modelos, objetivos, metas. Depende de lo que quieras mejorar, tomá modelos que ya estén ahí. Si es el peso, encontrá a quienes hayan mejorado en ese sentido y fijate cómo lo hicieron. Si es cuestión de cambiar hábitos saludables, hay miles de artículos en internet de gente que ya cambió y cuenta su experiencia. Si necesitás fotos, buscá fotos. Encontrá la manera de visualizar un objetivo para poder empezar a caminar hacia ese lado.
7) Medir resultados. Así como tenés claro y en concreto el objetivo al que querés llegar, medí de igual manera los avances que vayas dando. Un excel, un cuadernito, o una nota en tu celular con los progresos debería bastar para ir viendo cómo mejorás y que eso mismo sirva como motivación.
8) Que se haga un hobbie. Si querés mantenerlo en el tiempo, tenés que empezar a disfrutarlo. Es ilógico hacer algo que sufrís 3 o 4 veces por semana por el resto de tu vida. Transformalo en un hobbie. Puede ser con un deporte (fútbol, natación, remo, ciclismo, surf, lo que quieras), o con una rutina que te sirva casi como terapia (para liberar energía, para pensar a sólas, para ver una serie que te gusta y aprovechar sintiéndote bien, etc).
9) Equiparte bien. En todos los sentidos. Si vas a correr, va a servir comprar unas buenas zapatillas (no todas las caras son buenas, ni todas las buenas son caras). Si vas a hacer una rutina, por ahí sirva consultarla con alguien que sepa del tema. Si vas a practicar un deporte, fijate de estar haciéndolo bien.
10) Ser paciente y perseverante. Va a haber momentos de avanzar mucho rápido y momentos de estancarse un poco en el avance. La clave es ser paciente en los resultados, saber cuando ajustar los procedimientos si es necesario, y seguir esforzándose por avanzar.