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Ambicioso

Tanto la justicia como la injusticia se descubren en la simple convivencia. Por ejemplo, una persona es justa cuando devuelve oportunamente a otros lo que le han prestado, agradece favores recibidos, y en general, cuando da a cada cual lo que se merece y lo que necesita para vivir con dignidad. La justicia es un valor que supone siempre, al menos otra persona a quien debe respetarse su dignidad o derechos. La justicia también considerada como una de las cuatro virtudes cardinales, en lo que tiene que ver con la equidad, la igualdad y el orden. Conocer este valor es fundamental porque es la base de otros valores. Sin justicia no se pueden desarrollar la paz, la cooperación y la tolerancia.   Lee con atención el siguiente relato y desarrolla las actividades que encontrarás a continuación   LA JUSTICIA DEL REY      En un país muy lejano, hace mucho, mucho tiempo, gobernaba un joven rey con mucha sabiduría. Era querido de todos sus súbditos por su generosidad y justicia.     Nadie de su reino pasaba hambre porque su palacio estaba abierto cada día para servir una copiosa comida a todos los pobres, viajeros e indigentes.     Un día, después de la comida , un mensajero del rey les anunció que al día siguiente era el cumpleaños de su majestad, que éste comería con ellos y que al final del espléndido banquete, todos y cada uno recibirían un regalo. Tan sólo se les pedía que subieran a la hora acostumbrada con alguna vasija o recipiente llenos de agua para echarla en el estanque del palacio.     Los comensales estuvieron de acuerdo en que la petición del rey era fácil de cumplir, que era muy justo corresponder a su generosidad y ... si encima les hacía la gracia de un obsequio, mejor que mejor.     Al día siguiente, una larga hilera de pobres y mendigos subía hacia el palacio del rey llevando recipientes llenos de agua. Algunos de ellos eran muy grandes, otros más pequeños y alguno había que, confiando en la bondad del rey, subía con las manos libres, sin un vaso de agua...     Al llegar a palacio vaciaron las diversas vasijas en el estanque real, las dejaron cerca de la salida y pasaron donde el rey les aguardaba para comer.     La comida fue espléndida. Todos pudieron satisfacer su apetito. Finalizado el banquete, el rey se despidió de todos ellos. Se quedaron estupefactos, de momento, sin habla, porque esperaban el regalo y éste no llegaría si el rey se marchaba.     Algunos murmuraban, otros perdonaban el olvido del rey que sabían que era justo y alguno estaba contento de no haber subido ni una gota de agua para aquel rey que no cumplía lo que prometía.     Uno tras otro salió y fueron a recoger sus recipientes. ¡Qué sorpresa se llevaron! Sus vasijas estaban llenas, llenitas de monedas de oro. ¡Qué alegría! los que habían acarreado grandes cubos y ¡qué malestar! los que lo trajeron pequeño o se presentaron con las manos vacías.     Y cuentan los anales del reino que en aquel país no hubo más pobres, porque con las monedas del rey pudieron vivir bien y otros comprarse tierras para trabajar y los que se quedaron sin nada se marcharon para siempre de allí. 1.      ¿Cuáles son las principales enseñanzas que sacas de la situación que relata el texto “La justicia del Rey”?​
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Tanto la justicia como la injusticia se descubren en la simple convivencia. Por ejemplo, una persona es justa cuando devuelve oportunamente a otros lo que le han prestado, agradece favores recibidos, y en general, cuando da a cada cual lo que se merece y lo que necesita para vivir con dignidad.La justicia es un valor que supone siempre, al menos otra persona a quien debe respetarse su dignidad o derechos.La justicia también considerada como una de las cuatro virtudes cardinales, en lo que tiene que ver con la equidad, la igualdad y el orden.Conocer este valor es fundamental porque es la base de otros valores. Sin justicia no se pueden desarrollar la paz, la cooperación y la tolerancia. Lee con atención el siguiente relato y desarrolla las actividades que encontrarás a continuación  LA JUSTICIA DEL REY    En un país muy lejano, hace mucho, mucho tiempo, gobernaba un joven rey con mucha sabiduría. Era querido de todos sus súbditos por su generosidad y justicia.    Nadie de su reino pasaba hambre porque su palacio estaba abierto cada día para servir una copiosa comida a todos los pobres, viajeros e indigentes.    Un día, después de la comida , un mensajero del rey les anunció que al día siguiente era el cumpleaños de su majestad, que éste comería con ellos y que al final del espléndido banquete, todos y cada uno recibirían un regalo. Tan sólo se les pedía que subieran a la hora acostumbrada con alguna vasija o recipiente llenos de agua para echarla en el estanque del palacio.    Los comensales estuvieron de acuerdo en que la petición del rey era fácil de cumplir, que era muy justo corresponder a su generosidad y ... si encima les hacía la gracia de un obsequio, mejor que mejor.    Al día siguiente, una larga hilera de pobres y mendigos subía hacia el palacio del rey llevando recipientes llenos de agua. Algunos de ellos eran muy grandes, otros más pequeños y alguno había que, confiando en la bondad del rey, subía con las manos libres, sin un vaso de agua...    Al llegar a palacio vaciaron las diversas vasijas en el estanque real, las dejaron cerca de la salida y pasaron donde el rey les aguardaba para comer.    La comida fue espléndida. Todos pudieron satisfacer su apetito. Finalizado el banquete, el rey se despidió de todos ellos. Se quedaron estupefactos, de momento, sin habla, porque esperaban el regalo y éste no llegaría si el rey se marchaba.    Algunos murmuraban, otros perdonaban el olvido del rey que sabían que era justo y alguno estaba contento de no haber subido ni una gota de agua para aquel rey que no cumplía lo que prometía.    Uno tras otro salió y fueron a recoger sus recipientes. ¡Qué sorpresa se llevaron! Sus vasijas estaban llenas, llenitas de monedas de oro. ¡Qué alegría! los que habían acarreado grandes cubos y ¡qué malestar! los que lo trajeron pequeño o se presentaron con las manos vacías.    Y cuentan los anales del reino que en aquel país no hubo más pobres, porque con las monedas del rey pudieron vivir bien y otros comprarse tierras para trabajar y los que se quedaron sin nada se marcharon para siempre de allí.1.      ¿Cuáles son las principales enseñanzas que sacas de la situación que relata el texto “La justicia del Rey”?​
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  1.      ¿Cuál de las dos se acerca más a la idea de justicia que tienes? Justifica tu respuesta​
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TEMA:  LA IMPORTANCIA DE LA JUSTICIA   Observa estas dos imágenes      1.      ¿Cuál de las dos se acerca más a la idea de justicia que tienes? Justifica tu respuesta      La justicia es un valor que consiste en respetar los derechos que tienen las demás personas. Es decir, dar a cada cual lo que le corresponde. La justicia está relacionada con el derecho, las leyes, las normas sociales, las cuales permiten establecer las guías para la equidad o la igualdad entre las personas. Tanto la justicia como la injusticia se descubren en la simple convivencia. Por ejemplo, una persona es justa cuando devuelve oportunamente a otros lo que le han prestado, agradece favores recibidos, y en general, cuando da a cada cual lo que se merece y lo que necesita para vivir con dignidad. La justicia es un valor que supone siempre, al menos otra persona a quien debe respetarse su dignidad o derechos. La justicia también considerada como una de las cuatro virtudes cardinales, en lo que tiene que ver con la equidad, la igualdad y el orden. Conocer este valor es fundamental porque es la base de otros valores. Sin justicia no se pueden desarrollar la paz, la cooperación y la tolerancia.   Lee con atención el siguiente relato y desarrolla las actividades que encontrarás a continuación   LA JUSTICIA DEL REY      En un país muy lejano, hace mucho, mucho tiempo, gobernaba un joven rey con mucha sabiduría. Era querido de todos sus súbditos por su generosidad y justicia.     Nadie de su reino pasaba hambre porque su palacio estaba abierto cada día para servir una copiosa comida a todos los pobres, viajeros e indigentes.     Un día, después de la comida , un mensajero del rey les anunció que al día siguiente era el cumpleaños de su majestad, que éste comería con ellos y que al final del espléndido banquete, todos y cada uno recibirían un regalo. Tan sólo se les pedía que subieran a la hora acostumbrada con alguna vasija o recipiente llenos de agua para echarla en el estanque del palacio.     Los comensales estuvieron de acuerdo en que la petición del rey era fácil de cumplir, que era muy justo corresponder a su generosidad y ... si encima les hacía la gracia de un obsequio, mejor que mejor.     Al día siguiente, una larga hilera de pobres y mendigos subía hacia el palacio del rey llevando recipientes llenos de agua. Algunos de ellos eran muy grandes, otros más pequeños y alguno había que, confiando en la bondad del rey, subía con las manos libres, sin un vaso de agua...     Al llegar a palacio vaciaron las diversas vasijas en el estanque real, las dejaron cerca de la salida y pasaron donde el rey les aguardaba para comer.     La comida fue espléndida. Todos pudieron satisfacer su apetito. Finalizado el banquete, el rey se despidió de todos ellos. Se quedaron estupefactos, de momento, sin habla, porque esperaban el regalo y éste no llegaría si el rey se marchaba.     Algunos murmuraban, otros perdonaban el olvido del rey que sabían que era justo y alguno estaba contento de no haber subido ni una gota de agua para aquel rey que no cumplía lo que prometía.     Uno tras otro salió y fueron a recoger sus recipientes. ¡Qué sorpresa se llevaron! Sus vasijas estaban llenas, llenitas de monedas de oro. ¡Qué alegría! los que habían acarreado grandes cubos y ¡qué malestar! los que lo trajeron pequeño o se presentaron con las manos vacías.     Y cuentan los anales del reino que en aquel país no hubo más pobres, porque con las monedas del rey pudieron vivir bien y otros comprarse tierras para trabajar y los que se quedaron sin nada se marcharon para siempre de allí. 2.      ¿Cuáles son las principales enseñanzas que sacas de la situación que relata el texto “La justicia del Rey”? el que me de la respuesta correcta le doy muchos puntos​
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