¡ORACIÓN DE JESÚS EN COMUNIDAD! Toda su vida era una oración, o su oración era su misma vida. De todos modos, aunque sabemos que Jesús fue una persona muy ocupada, hasta el punto de no tener ni tiempo para comer en algunas ocasiones, las fuentes nos dicen que buscó durante toda su vida el encuentro íntimo con el Abba, más allá de los tiempos prescritos de oración que los judíos piadosos tenían. Se retira a lugares solitarios, por la mañana o por la noche, para estar a solas con el Padre, privilegiando el monte como lugar. La oración de la mañana y de la noche era una costumbre en tiempos de Jesús. Todos los varones se sienten obligados a practicarla a partir de los 13 años. Probablemente, Jesús no pasa un solo día de su vida sin hacer la oración de la mañana al salir el sol y la oración de la noche antes de ir a dormir. Tanto la oración del amanecer como la del anochecer comenzaban con la recitación del shemá. Le seguía el shemone esré. Es posible que, en los tiempos que le dejaba su labor, Jesús repetía esta oración varías veces al día. Es una oración espontánea y natural que brota de la profundidad de su ser, desde lo que vive. Su oración no es tampoco un rezo mecánico ni una repetición casi mágica de palabras que hay que recitar, sabe que no es cosa de multiplicar formulas, elevando la voz, como hacen los paganos hasta «cansar» a los dioses, creyendo que así serán escuchados. Basta con presentarse ante Dios como hijos necesitados: «Ya sabe el Padre de ustedes lo que necesitan antes de que se lo pidan» (Mateo 6, 7-8). Su oración es confianza absoluta a Dios. ¿Cuál es el tema y subtemas del texto “Oración de Jesús en comunidad”?
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¡ORACIÓN DE JESÚS EN COMUNIDAD! Toda su vida era una oración, o su oración era su misma vida. De todos modos, aunque sabemos que Jesús fue una persona muy ocupada, hasta el punto de no tener ni tiempo para comer en algunas ocasiones, las fuentes nos dicen que buscó durante toda su vida el encuentro íntimo con el Abba, más allá de los tiempos prescritos de oración que los judíos piadosos tenían. Se retira a lugares solitarios, por la mañana o por la noche, para estar a solas con el Padre, privilegiando el monte como lugar. La oración de la mañana y de la noche era una costumbre en tiempos de Jesús. Todos los varones se sienten obligados a practicarla a partir de los 13 años. Probablemente, Jesús no pasa un solo día de su vida sin hacer la oración de la mañana al salir el sol y la oración de la noche antes de ir a dormir. Tanto la oración del amanecer como la del anochecer comenzaban con la recitación del shemá. Le seguía el shemone esré. Es posible que, en los tiempos que le dejaba su labor, Jesús repetía esta oración varías veces al día. Es una oración espontánea y natural que brota de la profundidad de su ser, desde lo que vive. Su oración no es tampoco un rezo mecánico ni una repetición casi mágica de palabras que hay que recitar, sabe que no es cosa de multiplicar formulas, elevando la voz, como hacen los paganos hasta «cansar» a los dioses, creyendo que así serán escuchados. Basta con presentarse ante Dios como hijos necesitados: «Ya sabe el Padre de ustedes lo que necesitan antes de que se lo pidan» (Mateo 6, 7-8). Su oración es confianza absoluta a Dios. Lee el texto y as un resumen y lo que nos enseña Responde con tus propias palabras: ¿De qué nos habla el texto?
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