El clan del oso cavernario (fragmento) Jean M. Auel CAPÍTULO 1 La niña salió corriendo del cobertizo El riachuelo, que momentos antes corria suave- de cuero hacia la playa rocosa en el recodo del mente, se había vuelto turbulento, con olas agi- riachuelo. No se le ocurrió volver la mirada, tadas que salpicaban las orillas mientras su le- Nada en su experiencia le daba razón alguna cho se alzaba contra la corriente, sacando lodo para poner en duda que el refugio y los que es- del fondo. Los matorrales que crecían cerca de taban adentro siguieran allí cuando regresara, las orillas río arriba se estremecian, animados por un movimiento invisible de sus raíces, y Se echó al río chapoteando. [...] río abajo, las rocas oscilaban, presas de una La niña jugó un buen rato, nadando de un agitación insólita. Más allá, las majestuosas lado a otro, y después dejó que la corriente la coníferas del bosque por el que pasaba el rio arrastrara río abajo; cuando ese se ensanchó y se inclinaban de manera grotesca. Un pino gi- empezó a hacer borbotones sobre las piedras gantesco próximo a la orilla, con sus raíces al se puso en pie y regresó a la orilla donde se aire y debilitado por la corriente del arroyo, se dedicó a escoger piedrecillas. Acababa de po- inclinó hacia la orilla opuesta; con un crujido ner una en la cima de un montoncillo de al- se desplomó, por encima de las aguas turbias, gunas especialmente bonitas, cuando la tierra y se quedó temblando sobre la tierra inestable comenzó a temblar. La niña dio un brinco al oír la caída del árbol ; el La niña vio sorprendida que la piedrecita ro- daba como por voluntad propia, y que las que estómago se le revolvió y se hizo un nudo cuan: formaban su pequeña pirámide se sacudían y do el temor pasó por su mente. Trató de poner volvían al suelo. Solo entonces se dio cuenta se en pie, pero cayó de espaldas, al perder el de que también ella se sacudía, pero todavía equilibrio por el horrible balanceo. Lo intento experimentaba más sorpresa que aprensión. nuevamente, consiguió enderezarse y se quedo Echó una mirada en derredor tratando de com- de pie, insegura, sin atreverse a dar un paso. prender por qué su universo se había alterado Al echar a andar hacia el cobertizo de cuero un poco apartado del rio, sintió un rumor sor do, que se convirtió en estrepitoso rugido ate rrador; un olor repugnante a humedad surgio de manera incomprensible. Se suponía que la tierra no debía moverse.Doy coronita al que me ayude plis ayuda tengo que encontrar los sinonimos​