Problemas relacionados en el relieve que sufren las poblaciones que viven en las montañas del país (El Salvador)
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La sociedad salvadoreña carga con un sinnúmero de problemas —económicos, sociales, ambientales—, unos más complejos que otros. Todos ellos, en su conjunto, hacen que tanto la vida individual como la convivencia colectiva sean sumamente difíciles. No hay que hacerse ilusiones: los problemas que agobian a los salvadoreños no pueden ser superados de una sola vez ni en el mediano o corto plazo. En contra de los maximalismos del todo o nada, hay que apostar por soluciones inmediatas a problemas que afectan directamente la convivencia cotidiana, aunque en ellos no se jueguen aspectos “estructurales”. Quien quiera que esté en contra de este planteamiento esgrimirá que, tarde o temprano, habrá que enfrentarse a las estructuras económicas, que son la raíz de los graves males que aquejan a los salvadoreños. Quizás este argumento sea cierto. Sin embargo, no hay porqué esperar a que haya cambios estructurales para que la vida de los salvadoreños mejore aunque sea un poco. Mientras lo estructural aguarda, se pueden intentar resolver problemas menos estructurales, pero más inmediatos. Poner algo de empeño en esto puede, marcar pautas de acción para enfrentarse a otros asuntos más espinosos y de mayor calado.
Quien quiera que esté en contra de este planteamiento esgrimirá que, tarde o temprano, habrá que enfrentarse a las estructuras económicas, que son la raíz de los graves males que aquejan a los salvadoreños. Quizás este argumento sea cierto. Sin embargo, no hay porqué esperar a que haya cambios estructurales para que la vida de los salvadoreños mejore aunque sea un poco. Mientras lo estructural aguarda, se pueden intentar resolver problemas menos estructurales, pero más inmediatos. Poner algo de empeño en esto puede, marcar pautas de acción para enfrentarse a otros asuntos más espinosos y de mayor calado.