Si los enlaces son una celebración de uno de los sentimientos más puros que invaden al ser humano, el amor, ni Internet ni los millones de usuarios que navegan a diario por la Red se han enterado. Iván (37 años, fisioterapeuta) se casó el año pasado y una de las cosas que le trajo de cabeza sobre la organización del enlace fue cómo poner en la invitación su número de cuenta corriente de forma elegante: "Queríamos que los invitados nos dieran dinero y no regalos porque la boda nos la tuvimos que pagar mi mujer y yo sin ayuda de nuestros padres: estábamos hasta el cuello de gastos. El problema es que no sabíamos cómo indicarlo en la invitación sin que fuera violento. Al final optamos por: 'Para quien desee tener un detalle con nosotros, este es nuestro número de cuenta'. Parece una frase muy sencilla, pero estuvimos días dándole vueltas". Amanda (31 años, pedagoga) se encuentra en el otro bando, el de los invitados. Tiene la boda de su mejor amiga a finales de julio y lleva días pensando cuánto dinero dar de regalo. "No tengo ni idea de cuánto debería darle y me preocupa, porque no quiero quedarme corta, pero tampoco me sobra el dinero", explica.
"No tengo ni idea de cuánto debería darle y me preocupa, porque no quiero quedarme corta, pero tampoco me sobra el dinero", explica Amanda, que tiene la boda de su mejor amiga en julio
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Si los enlaces son una celebración de uno de los sentimientos más puros que invaden al ser humano, el amor, ni Internet ni los millones de usuarios que navegan a diario por la Red se han enterado. Iván (37 años, fisioterapeuta) se casó el año pasado y una de las cosas que le trajo de cabeza sobre la organización del enlace fue cómo poner en la invitación su número de cuenta corriente de forma elegante: "Queríamos que los invitados nos dieran dinero y no regalos porque la boda nos la tuvimos que pagar mi mujer y yo sin ayuda de nuestros padres: estábamos hasta el cuello de gastos. El problema es que no sabíamos cómo indicarlo en la invitación sin que fuera violento. Al final optamos por: 'Para quien desee tener un detalle con nosotros, este es nuestro número de cuenta'. Parece una frase muy sencilla, pero estuvimos días dándole vueltas". Amanda (31 años, pedagoga) se encuentra en el otro bando, el de los invitados. Tiene la boda de su mejor amiga a finales de julio y lleva días pensando cuánto dinero dar de regalo. "No tengo ni idea de cuánto debería darle y me preocupa, porque no quiero quedarme corta, pero tampoco me sobra el dinero", explica.
"No tengo ni idea de cuánto debería darle y me preocupa, porque no quiero quedarme corta, pero tampoco me sobra el dinero", explica Amanda, que tiene la boda de su mejor amiga en julio