Comenzaré por referirme brevemente al concepto de "movimiento social" al contexto de la globalización que posibilita la emergencia de una sociedad civil globalizada. Se han propuesto innumerables definiciones sobre la noción de "movimiento social" pero en líneas generales se puede entender como colectivos o grupos sociales cuyos actos se dirigen a presentar ante las autoridades, grupos o la sociedad en general una demanda precisa. Los movimientos sociales constituyen una forma de acción colectiva que integra distintos factores: solidaridad, cohesión, conflictos y transgresiones a los límites determinados por el sistema de relaciones sociales. La dirección del cambio social puede ser positiva (apoyar un cambio) o negativa (resistirse al cambio) y la difusión e innovación de ideas plantean alternativas que generan discusión y controversia en el seno de la sociedad (Laiz Castro 2002). Los movimientos sociales entendidos como colectividades actúan con continuidad para promover o resistir un cambio en la sociedad general o bien dentro de su propio grupo conservando y elevando las características asociadas a una mayor integración y cohesión que se derivan del hecho de compartir sentimientos de pertenencia y de solidaridad interna (Laraña 1998).
Los movimientos sociales se pueden caracterizar básicamente por:
1. Llevar a cabo una accionar colectivo basado en la discrepancia. 2. Emerger a partir de un claro malestar social. 3. Aspirar al reconocimiento y aceptación general de sus demandas. 4. Poseer una estructura organizativa. 5. Difundir nuevos significados sociales. 6. Someter a debate un aspecto de la vida social que hasta la fecha era aceptada de forma incuestionable. 7. Presentar alternativas que generan debates, controversias y reflexiones sociales. 8. Intentar promover cambios políticos e institucionales en la sociedad.
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Escarchis0
El movimiento indígena es quizás uno de los elementos más transformadores de esta densa realidad latinoamericana contemporánea. Éste se construye como un movimiento social de dimensión regional con un profundo contenido universal y una visión global de los procesos sociales y políticos mundiales. Al mismo tiempo, ha dejado de ser un movimiento de resistencia para desarrollar una estrategia ofensiva de lucha por el gobierno y el poder, especialmente en la región andina de América del Sur. A partir de una profunda crítica y ruptura respecto a la visión eurocéntrica, a su racionalidad, a su modelo de modernidad y desarrollo inserto en la estructura de poder colonial, el movimiento indígena latinoamericano se plantea como un movimiento civilizatorio, capaz de recuperar el legado histórico de las civilizaciones originarias para re-elaborar, no una, sino varias identidades latinoamericanas; no una forma de producir conocimiento, sino todas las formas de conocimiento y producción de conocimiento que han convivido y resistido a más de quinientos años de dominación. El elemento indígena se va convirtiendo en el centro del discurso y de la construcción de una visión del mundo, de un sujeto político y de un proyecto colectivo y emancipatorio. En las líneas que siguen, analizaremos este proceso.
Comenzaré por referirme brevemente al concepto de "movimiento social" al contexto de la globalización que posibilita la emergencia de una sociedad civil globalizada. Se han propuesto innumerables definiciones sobre la noción de "movimiento social" pero en líneas generales se puede entender como colectivos o grupos sociales cuyos actos se dirigen a presentar ante las autoridades, grupos o la sociedad en general una demanda precisa. Los movimientos sociales constituyen una forma de acción colectiva que integra distintos factores: solidaridad, cohesión, conflictos y transgresiones a los límites determinados por el sistema de relaciones sociales. La dirección del cambio social puede ser positiva (apoyar un cambio) o negativa (resistirse al cambio) y la difusión e innovación de ideas plantean alternativas que generan discusión y controversia en el seno de la sociedad (Laiz Castro 2002). Los movimientos sociales entendidos como colectividades actúan con continuidad para promover o resistir un cambio en la sociedad general o bien dentro de su propio grupo conservando y elevando las características asociadas a una mayor integración y cohesión que se derivan del hecho de compartir sentimientos de pertenencia y de solidaridad interna (Laraña 1998).
Los movimientos sociales se pueden caracterizar básicamente por:
1. Llevar a cabo una accionar colectivo basado en la discrepancia.
2. Emerger a partir de un claro malestar social.
3. Aspirar al reconocimiento y aceptación general de sus demandas.
4. Poseer una estructura organizativa.
5. Difundir nuevos significados sociales.
6. Someter a debate un aspecto de la vida social que hasta la fecha era aceptada de forma incuestionable.
7. Presentar alternativas que generan debates, controversias y reflexiones sociales.
8. Intentar promover cambios políticos e institucionales en la sociedad.