En el uso común del lenguaje, la distinción entre ser humano y persona es poco relevante. En principio, entendemos ambos significados como sinónimos: ser humano, hombre, persona, serían diversos modos de referirnos a ese peculiar ser que somos nosotros mismos y cuya singular valor, por encima del de cualquier otro ser, reflejamos en conceptos como la dignidad de la persona o los derechos humanos. Sin embargo, en la bioética contemporánea, esta identificación está siendo cuestionada por algunos autores que entienden que solo un determinado sector de los seres humanos serían personas, que, en otros términos, y en contra de lo que parece dictar el sentido común, ambos conceptos no coincidirían: no sólo podría haber seres humanos que no fueran personas sino, lo que es más llamativo, podría haber personas que no fueran seres humanos y, ello sin tomar en consideración a Dios ni a otros seres superiores como los ángeles, si se cree en ellos. Habría seres, perfectamente observables, en concreto, algunos animales superiores, que serían personas, pero no seres humanos.
En el uso común del lenguaje, la distinción entre ser humano y persona es poco relevante. En principio, entendemos ambos significados como sinónimos: ser humano, hombre, persona, serían diversos modos de referirnos a ese peculiar ser que somos nosotros mismos y cuya singular valor, por encima del de cualquier otro ser, reflejamos en conceptos como la dignidad de la persona o los derechos humanos. Sin embargo, en la bioética contemporánea, esta identificación está siendo cuestionada por algunos autores que entienden que solo un determinado sector de los seres humanos serían personas, que, en otros términos, y en contra de lo que parece dictar el sentido común, ambos conceptos no coincidirían: no sólo podría haber seres humanos que no fueran personas sino, lo que es más llamativo, podría haber personas que no fueran seres humanos y, ello sin tomar en consideración a Dios ni a otros seres superiores como los ángeles, si se cree en ellos. Habría seres, perfectamente observables, en concreto, algunos animales superiores, que serían personas, pero no seres humanos.