Hoy, 18 de julio de 2011, se cumplen 75 años del inicio de la guerra civil española, el hecho más trágico que haya tenido lugar en España. Una guerra fraticida que tuvo su punto y final el 1 de abril de 1939 dejando tras de sí 600.000 muertos y un número no determinado de exiliados. Fue una guerra corta en el tiempo pero muy larga en sus consecuencias. La dictadura que comenzó entonces terminó un 20 de noviembre de 1975. Lo único que es cierto que el verdadero perdedor de esta guerra fue ESPAÑA.
La literatura ha dedicado muchas páginas a esta cruenta guerra. Una literatura que en sus primeros tiempos, fue escrita en el exilio. Durante la guerra recordemos que fueron varios los escritores que perdieron la vida como Lorca o Miguel Hernández. Después de ella, la fuerte censura que existía en el país no permitía a los autores escribir con libertad. Fuera de nuestras fronteras si se escribió sobre la guerra civil, bien por autores extranjeros como es el caso de Hemina que vivió la contienda española en primera persona cuando estuvo aquí como corresponsal de guerra y cuyas vivencias se ven plasmadas en Por quien doblan las campanas, o españoles como Arturo Rarea que escribió La forja de un rebelde o la raíz rota que podéis encontrar en este bloc.
Hoy, 18 de julio de 2011, se cumplen 75 años del inicio de la guerra civil española, el hecho más trágico que haya tenido lugar en España. Una guerra fraticida que tuvo su punto y final el 1 de abril de 1939 dejando tras de sí 600.000 muertos y un número no determinado de exiliados. Fue una guerra corta en el tiempo pero muy larga en sus consecuencias. La dictadura que comenzó entonces terminó un 20 de noviembre de 1975. Lo único que es cierto que el verdadero perdedor de esta guerra fue ESPAÑA.
La literatura ha dedicado muchas páginas a esta cruenta guerra. Una literatura que en sus primeros tiempos, fue escrita en el exilio. Durante la guerra recordemos que fueron varios los escritores que perdieron la vida como Lorca o Miguel Hernández. Después de ella, la fuerte censura que existía en el país no permitía a los autores escribir con libertad. Fuera de nuestras fronteras si se escribió sobre la guerra civil, bien por autores extranjeros como es el caso de Hemina que vivió la contienda española en primera persona cuando estuvo aquí como corresponsal de guerra y cuyas vivencias se ven plasmadas en Por quien doblan las campanas, o españoles como Arturo Rarea que escribió La forja de un rebelde o la raíz rota que podéis encontrar en este bloc.