jairodom11
El aumento de la desigualdad constituye una grave amenaza para lograr una prosperidad duradera en Asia, donde se calcula que 500 millones de personas, en su mayoría mujeres y niñas, siguen atrapadas en una situación de pobreza extrema. La enorme brecha entre ricos y pobres obstaculiza el crecimiento económico, socava las instituciones democráticas y puede desencadenar conflictos. Para garantizar un futuro de prosperidad y estabilidad en la región, es necesario que se emprendan de forma inmediata y decidida medidas para luchar contra la discriminación, que deben unirse a una mejora de las políticas fiscales y de gasto público.