ñoñopodo incorporó los derechos de segunda generación que caracterizan al constitucionalismo social: integró los derechos de los trabajadores (decálogo del trabajador); la igualdad de hombres y mujeres en las relaciones familiares; la autonomía universitaria; los tres artículos económicos que establecen la función social de la propiedad; el deber del capital de estar al servicio del bienestar social y las reglas para la intervención del Estado en la economía (normas sobre nacionalizaciones y el control estatal de los servicios públicos).