Viene de la palabra de lengua latina nobilis, que significan distinguido por los hechos o virtudes entre los demás hombres. En la actualidad se refiere a los descendientes de aquellos que sirvieron al país; y los privilegios de aquellos servicios de sus antecesores se transmiten a los sucesores con objeto el estimular a estos para que siguiesen las huellas de sus mayores y se distinguiesen como ellos por sus grandes servicios.
Algunas de las características de esta clase social eran que no pagaban determinados impuestos, tenían grandes extensiones de tierras y gran cantidad de campesinos o siervos que trabajaban para ellos. Si un siervo lograba sobrevivir durante un año y un día lejos de su señor podía conseguir la libertad.
Los nobles poseían castillos y armas, disponían de tiempo libre para la caza, la pesca, se divertían y entrenaban con torneos, y combates a espada, en tiempo de paz para estar preparados para la guerra y conquista. En el caso de estallar algún tipo de conflicto armado, estaban obligados a ponerse al servicio del rey para las guerras junto a sus súbditos convertidos en soldados. La nobleza mantenía un ejercito y ellos mismos estaban siempre dispuestos al servicio de las armas, se reservaban los grados más altos en la dirección de los ejércitos, por ello estaban exentos de las levas obligatorias, una formula de reclutamiento usada por la monarquías españolas, a partir del siglo XVI.
Viene de la palabra de lengua latina nobilis, que significan distinguido por los hechos o virtudes entre los demás hombres. En la actualidad se refiere a los descendientes de aquellos que sirvieron al país; y los privilegios de aquellos servicios de sus antecesores se transmiten a los sucesores con objeto el estimular a estos para que siguiesen las huellas de sus mayores y se distinguiesen como ellos por sus grandes servicios.
Algunas de las características de esta clase social eran que no pagaban determinados impuestos, tenían grandes extensiones de tierras y gran cantidad de campesinos o siervos que trabajaban para ellos. Si un siervo lograba sobrevivir durante un año y un día lejos de su señor podía conseguir la libertad.
Los nobles poseían castillos y armas, disponían de tiempo libre para la caza, la pesca, se divertían y entrenaban con torneos, y combates a espada, en tiempo de paz para estar preparados para la guerra y conquista. En el caso de estallar algún tipo de conflicto armado, estaban obligados a ponerse al servicio del rey para las guerras junto a sus súbditos convertidos en soldados. La nobleza mantenía un ejercito y ellos mismos estaban siempre dispuestos al servicio de las armas, se reservaban los grados más altos en la dirección de los ejércitos, por ello estaban exentos de las levas obligatorias, una formula de reclutamiento usada por la monarquías españolas, a partir del siglo XVI.