Los antibióticos, utilizados por primera vez en la década de 1940, constituyen, sin duda, uno de los grandes avances de la medicina. Pero, el abuso de los antibióticos ha dado lugar al desarrollo de bacterias resistentes, que han dejado de responder a los antibióticos que las combatían en el pasado. Además, cuando los niños toman antibióticos, se exponen a sufrir efectos secundarios, como dolor de estómago y diarrea o, incluso, a presentar una reacción alérgica.
Para entender cómo funcionan los antibióticos, ayuda saber sobre los dos principales tipos de gérmenes que pueden enfermar a la gente: las bacterias y los virus. Aunque ciertas bacterias y virus causan enfermedades con síntomas similares, las formas en que estos dos tipos de microorganismos se multiplican y transmiten enfermedades difieren.
Las bacterias son microorganismos vivos que existen como células independientes. Las bacterias están por todas partes y la mayoría no causan ningún daño; en algunos casos, hasta son beneficiosas. La bacteria lactobacillus, por ejemplo, vive en el intestino y ayuda a digerir los alimentos.
Pero algunas bacterias son nocivas y pueden provocar enfermedades cuando invaden el cuerpo humano, se multiplican e interfieren en los procesos normales del organismo. Los antibióticos son eficaces contra las bacterias, porque funcionan matando a estos microorganismos, al impedir que crezcan y se reproduzcan. Los virus, por otro lado, no están vivos y no pueden existir de forma independiente; son partículas que contienen material genético envuelto en una cubierta proteica. Los virus crecen y se reproducen solo después de haber invadido células vivas.
El sistema inmunitario es capaz de combatir algunos virus antes de que enfermen al organismo, pero hay otros virus (como los que provocan los resfriados, por ejemplo) que deben seguir su curso. Los antibióticos no sirven para combatir virus.
Los antibióticos, utilizados por primera vez en la década de 1940, constituyen, sin duda, uno de los grandes avances de la medicina. Pero, el abuso de los antibióticos ha dado lugar al desarrollo de bacterias resistentes, que han dejado de responder a los antibióticos que las combatían en el pasado. Además, cuando los niños toman antibióticos, se exponen a sufrir efectos secundarios, como dolor de estómago y diarrea o, incluso, a presentar una reacción alérgica.
Para entender cómo funcionan los antibióticos, ayuda saber sobre los dos principales tipos de gérmenes que pueden enfermar a la gente: las bacterias y los virus. Aunque ciertas bacterias y virus causan enfermedades con síntomas similares, las formas en que estos dos tipos de microorganismos se multiplican y transmiten enfermedades difieren.
Las bacterias son microorganismos vivos que existen como células independientes. Las bacterias están por todas partes y la mayoría no causan ningún daño; en algunos casos, hasta son beneficiosas. La bacteria lactobacillus, por ejemplo, vive en el intestino y ayuda a digerir los alimentos.Pero algunas bacterias son nocivas y pueden provocar enfermedades cuando invaden el cuerpo humano, se multiplican e interfieren en los procesos normales del organismo. Los antibióticos son eficaces contra las bacterias, porque funcionan matando a estos microorganismos, al impedir que crezcan y se reproduzcan.
Los virus, por otro lado, no están vivos y no pueden existir de forma independiente; son partículas que contienen material genético envuelto en una cubierta proteica. Los virus crecen y se reproducen solo después de haber invadido células vivas.
El sistema inmunitario es capaz de combatir algunos virus antes de que enfermen al organismo, pero hay otros virus (como los que provocan los resfriados, por ejemplo) que deben seguir su curso. Los antibióticos no sirven para combatir virus.