YeikaaEstaba situada en la costa de Anatolia, en un lugar estratégico para controlar el paso por el Helesponto, un estrecho que comunica el Mediterráneo con un pequeño mar, la Propóntide, que a través del estrecho del Bósforo comunica a su vez con el Mar Negro. El Mar Negro, ofrecía grandes posibilidades para el comercio, alejado del disputado Mediterráneo y con una extensa costa llena de pueblos no muy civilizados a los que se podía ofrecer artículos de lujo a cambio de minerales y otras materias primas. Algunos comerciantes llegaron incluso a China por esta vía, de donde importaban artículos exóticos, como el Jade. Así pues, Troya estaba en condiciones de aprovecharse directa e indirectamente de este comercio, sin más que exigir un tributo a todo el que quisiera cruzar el Helesponto.
Aquella Troya dominaba el estrecho paso de los Dardanelos desde una buena posición: la bahía de Besika, a los pies la ciudad, era el último refugio invernal para las naves en ruta hacia el mar Negro, en espera de corrientes y unas muy buenas condiciones climáticas. Esta posición estratégica la convirtió imprescindible en la red comercial que unía a las sociedades mediterráneas y orientales con los ricos territorios asiáticos del mar Negro.
Aquella Troya dominaba el estrecho paso de los Dardanelos desde una buena posición: la bahía de Besika, a los pies la ciudad, era el último refugio invernal para las naves en ruta hacia el mar Negro, en espera de corrientes y unas muy buenas condiciones climáticas. Esta posición estratégica la convirtió imprescindible en la red comercial que unía a las sociedades mediterráneas y orientales con los ricos territorios asiáticos del mar Negro.
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