¿porque el agua descompone la luz blanca en colores?
att: saikishima xsx
genovef
Porque una gota tiene tres dimensiones las cuales al atravesarlas descompone la luz blanca que es la composicion de ondas de colores que al unirse forman la luz blanca
Estas célebres experiencias demostraron para siempre lo que nunca se había ni siquiera sospechado, o sea, que la luz blanca ordinaria, que tan bien creemos conocer, es una mezcla de los colores que forman el arco iris, ese hermoso fenómeno natural que tanto nos gusta admirar. Una consecuencia interesante es que el propio arco iris es producido por la luz blanca del Sol, que se descompone en los colores correspondientes al pasar, refractándose, por las innumerables gotas de agua de la lluvia. Estas gotas producen un efecto análogo al producido por el prisma.
Pero Newton no se limitó a narrar sus experiencias y descubrimientos, sino que los explicó correctamente. En primer lugar observó que, al atravesar el prisma, la luz sufre una desviación. Sabemos muy bien cómo puede torcerse un rayo luminoso. Mientras no hay nada que lo desvíe, se mueve en línea recta, pero en cuanto pasa del aire al agua, del agua al aire, del aire al cristal, etc., es decir, cuando cambia de medio, se aparta de esa línea recta. Éste es el conocido fenómeno de la refracción, con el cual, entre otras cosas, puede explicarse el curioso fenómeno del lápiz quebrado: cuando se sumerge un lápiz en un recipiente con agua. parece que se quebrara; sin embargo, cuando lo retiramos vemos que está exactamente igual que cuando lo sumergimos. Es una ilusión óptica provocada por la desviación de los rayos que provienen del mismo lápiz.
Pero esto sólo no basta para explicar el fenómeno de la descomposición de la luz blanca. Si ésta fuera simple, lo único que ocurriría al atravesar el prisma es que se desviaría, y en lugar de ir a dar en un punto de la pared situado exactamente delante del agujero, daría en algún otro punto. Pero Newton descubrió que los rayos luminosos productores de los distintos colores no se desvían en la misma proporción. Así, los rayos rojos se desvían menos que los anaranjados y éstos menos que los amarillos. Los rayos violetas son los que sufren una desviación mayor. De manera que cuando el rayo de luz solar atraviesa el prisma, cada uno de los rayos coloreados que lo componen se desvía en grado diferente. El rojo aparece al comienzo de la banda de colores, porque es el que se desvía menos; el violeta, que sufre mayor desviación, aparece al final.
Estas célebres experiencias demostraron para siempre lo que nunca se había ni siquiera sospechado, o sea, que la luz blanca ordinaria, que tan bien creemos conocer, es una mezcla de los colores que forman el arco iris, ese hermoso fenómeno natural que tanto nos gusta admirar. Una consecuencia interesante es que el propio arco iris es producido por la luz blanca del Sol, que se descompone en los colores correspondientes al pasar, refractándose, por las innumerables gotas de agua de la lluvia. Estas gotas producen un efecto análogo al producido por el prisma.
Pero Newton no se limitó a narrar sus experiencias y descubrimientos, sino que los explicó correctamente. En primer lugar observó que, al atravesar el prisma, la luz sufre una desviación. Sabemos muy bien cómo puede torcerse un rayo luminoso. Mientras no hay nada que lo desvíe, se mueve en línea recta, pero en cuanto pasa del aire al agua, del agua al aire, del aire al cristal, etc., es decir, cuando cambia de medio, se aparta de esa línea recta. Éste es el conocido fenómeno de la refracción, con el cual, entre otras cosas, puede explicarse el curioso fenómeno del lápiz quebrado: cuando se sumerge un lápiz en un recipiente con agua. parece que se quebrara; sin embargo, cuando lo retiramos vemos que está exactamente igual que cuando lo sumergimos. Es una ilusión óptica provocada por la desviación de los rayos que provienen del mismo lápiz.
Pero esto sólo no basta para explicar el fenómeno de la descomposición de la luz blanca. Si ésta fuera simple, lo único que ocurriría al atravesar el prisma es que se desviaría, y en lugar de ir a dar en un punto de la pared situado exactamente delante del agujero, daría en algún otro punto. Pero Newton descubrió que los rayos luminosos productores de los distintos colores no se desvían en la misma proporción. Así, los rayos rojos se desvían menos que los anaranjados y éstos menos que los amarillos. Los rayos violetas son los que sufren una desviación mayor. De manera que cuando el rayo de luz solar atraviesa el prisma, cada uno de los rayos coloreados que lo componen se desvía en grado diferente. El rojo aparece al comienzo de la banda de colores, porque es el que se desvía menos; el violeta, que sufre mayor desviación, aparece al final.