Entretanto, la Niña, en la que viajaba Colón, hizo escala el 17 de febrero en la isla portuguesa de Santa María, en las Azores, y el 4 de marzo recaló en Lisboa, tras siete meses y doce días de viaje.
El primer viaje de Cristóbal Colón por el Atlántico rumbo al oeste, zarpó el 3 de agosto de 1492 desde el puerto de Palos. Los preparativos habían sido arduos y habían tomado mucho tiempo. Conseguir las embarcaciones y la tripulación resultó muy difícil, pues Colón era un desconocido para la gente de mar de la zona.
De las tres naves que harían el viaje, dos fueron entregadas a Colón en Palos, en virtud de un castigo que pesaba sobre el puerto y que, por Real Provisión, obligaba a sus autoridades a cederlas. La tercera, en tanto, fue arrendada a Juan de la Cosa con fondos adquiridos de prestamistas. Así, Colón pudo contar con dos carabelas, la Pinta y la Niña, y una nao de mayor tonelaje, la Santa María. La pequeñez de esta expedición queda de manifiesto, si consideramos que para escoltar a la infanta doña Juana (hija de los Reyes Católicos) en su viaje matrimonial a los Países Bajos, la corona fletó 130 buques con 25 mil soldados a bordo.
Por intermedio de los frailes de La Rábida, el Almirante conoció a los prestigiados marinos del clan Pinzón de Palos y a los Niño de Moguer. Éstos resultaron decisivos a la hora de reunir a los noventa hombres que se requerían para tripular los barcos y el avituallamiento necesario para tan larga expedición. "En la tarde del 2 de agosto embarcaron las tripulaciones. Al día siguiente, bien temprano, comulgó Colón y se embarcó en seguida. En el nombre de Jesús dio orden de levar anclas y largar los aparejos. Faltaba media hora para la salida del sol, y los gallos de Palos no cantaban aún". (Björn Landström)
Islas Canarias
El 9 de agosto de 1492, la flotilla al mando de Colón llegó al archipiélago de las Canarias. La detención fue más larga de lo previsto por el Almirante, ya que en el trayecto desde Palos a la Pinta se le había averiado el timón y la Niña no navegaba a la velocidad necesaria, debido a un velamen poco apropiado. Hubo que dotar a la Pinta de un nuevo timón y calafatear su casco, mientras a la Niña se le colocó un aparejo redondo de velas cuadradas (en remplazo de las velas latinas) y se le agregó un mástil. También se cargaron víveres frescos, leña y agua.
Toda la operación tardó casi un mes. Por fin, el sábado 8 de septiembre los barcos zarparon hacia lo desconocido. A partir de este día, Colón comenzó a dar cuenta de su periplo en un diario, legado a la posteridad gracias a la transcripción que hiciera posteriormente el padre fray Bartolomé de Las Casas. Respecto a este día dice así: "Tres horas de noche, sábado, comenzó a ventar Nor-deste, y tomó su vía y camino al oeste; tuvo mucha mar por proa, que le estorbaba el camino y andaría aquel día nueve leguas [aproximadamente 50 kilómetros], con su noche". El viaje de localización había comenzado.
ESPERO TE SIRVA Y ME PUEDES AYUDAR DANDOME UNA CORONITA
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Entretanto, la Niña, en la que viajaba Colón, hizo escala el 17 de febrero en la isla portuguesa de Santa María, en las Azores, y el 4 de marzo recaló en Lisboa, tras siete meses y doce días de viaje.
Espero que te sirva ;3
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El primer viaje de Cristóbal Colón por el Atlántico rumbo al oeste, zarpó el 3 de agosto de 1492 desde el puerto de Palos. Los preparativos habían sido arduos y habían tomado mucho tiempo. Conseguir las embarcaciones y la tripulación resultó muy difícil, pues Colón era un desconocido para la gente de mar de la zona.
De las tres naves que harían el viaje, dos fueron entregadas a Colón en Palos, en virtud de un castigo que pesaba sobre el puerto y que, por Real Provisión, obligaba a sus autoridades a cederlas. La tercera, en tanto, fue arrendada a Juan de la Cosa con fondos adquiridos de prestamistas. Así, Colón pudo contar con dos carabelas, la Pinta y la Niña, y una nao de mayor tonelaje, la Santa María. La pequeñez de esta expedición queda de manifiesto, si consideramos que para escoltar a la infanta doña Juana (hija de los Reyes Católicos) en su viaje matrimonial a los Países Bajos, la corona fletó 130 buques con 25 mil soldados a bordo.
Por intermedio de los frailes de La Rábida, el Almirante conoció a los prestigiados marinos del clan Pinzón de Palos y a los Niño de Moguer. Éstos resultaron decisivos a la hora de reunir a los noventa hombres que se requerían para tripular los barcos y el avituallamiento necesario para tan larga expedición. "En la tarde del 2 de agosto embarcaron las tripulaciones. Al día siguiente, bien temprano, comulgó Colón y se embarcó en seguida. En el nombre de Jesús dio orden de levar anclas y largar los aparejos. Faltaba media hora para la salida del sol, y los gallos de Palos no cantaban aún". (Björn Landström)
Islas Canarias
El 9 de agosto de 1492, la flotilla al mando de Colón llegó al archipiélago de las Canarias. La detención fue más larga de lo previsto por el Almirante, ya que en el trayecto desde Palos a la Pinta se le había averiado el timón y la Niña no navegaba a la velocidad necesaria, debido a un velamen poco apropiado. Hubo que dotar a la Pinta de un nuevo timón y calafatear su casco, mientras a la Niña se le colocó un aparejo redondo de velas cuadradas (en remplazo de las velas latinas) y se le agregó un mástil. También se cargaron víveres frescos, leña y agua.
Toda la operación tardó casi un mes. Por fin, el sábado 8 de septiembre los barcos zarparon hacia lo desconocido. A partir de este día, Colón comenzó a dar cuenta de su periplo en un diario, legado a la posteridad gracias a la transcripción que hiciera posteriormente el padre fray Bartolomé de Las Casas. Respecto a este día dice así: "Tres horas de noche, sábado, comenzó a ventar Nor-deste, y tomó su vía y camino al oeste; tuvo mucha mar por proa, que le estorbaba el camino y andaría aquel día nueve leguas [aproximadamente 50 kilómetros], con su noche". El viaje de localización había comenzado.
ESPERO TE SIRVA Y ME PUEDES AYUDAR DANDOME UNA CORONITA