judithbuenoo
Para el año 600 los árabes eran un pueblo nómade que vivía en el desierto, lo que facilitaba que estuvieran aislados de las culturas vecinas. Cada árabe pertenecía a una familia, y a su vez las familias se agrupaban en tribus, las cuales eran gobernadas por un Jeque. El Jeque sólo gobernaba mientras los líderes de las familias lo apoyaran. Divididos en muchas tribus, dispersas por el desierto, los árabes tenían una religión politeísta en la que, además de adorar varios dioses, veneraban una Piedra Negra que estaba en Kaaba, un santuario situado en la ciudad de La Meca. Demostraban su veneración peregrinando todos los años hacia ese lugar.
En este ambiente, en el año 570, nació un hombre llamado Mahoma. Su casamiento con una mujer adinerada, a la edad de 25 años, le permitió tener tiempo para llevar una vida contemplativa. Antes, como comerciante, había conocido comunidades judías y cristianas de Siria y del norte de Arabia. Según la religión musulmana, en 610 Mahoma comenzó a tener revelaciones del dios único llamado Alá, en las que recibió instrucciones y un pedido de compartirlas con las demás personas.
En 613 comenzó a difundir su mensaje, empezando por sus familiares y amigos. De esta forma, en su papel de profeta, Mahoma unió a las tribus convirtiéndolas a un monoteísmo de raíz judeocristiana con características propias de la cultura árabe. Así fue como nació la fe islámica.
Mahoma fue adquiriendo enemigos a medida que su religión se propagaba ya que algunos consideraban que sus creencias eran una amenaza para su estilo de vida. Es por esto que tuvo que huir de La Meca en 622, año en que comienza la era musulmana, y continuar su catequesis en la ciudad de Yatreb, en donde su mensaje sería ampliamente aceptado.
El islamismo aprobaba la guerra santa para propagar la religión, y de esta forma aprovechaba las costumbres bélicas de los árabes de ese entonces. Siguiendo este precepto, Mahoma atacó la ciudad de La Meca con un ejército, conquistándola en el año 630.
Luego de la conquista, las tribus árabes reconocieron a Mahoma como el verdadero profeta de Alá. Aunque en algunos casos su religión fue aceptada pacíficamente, en otros casos la conversión se dio mediante el uso de la fuerza.
El surgimiento del Islam fue el inicio de un impresionante proceso de expansión territorial de la civilización árabe. En esta invasión caerían el Imperio Persa, el norte de África, y la Península Ibérica, incluyendo partes del Imperio Bizantino.
La Europa cristiana quedaría en contacto directo con el mundo musulmán, bajo constante amenaza de ser invadida.
En este ambiente, en el año 570, nació un hombre llamado Mahoma. Su casamiento con una mujer adinerada, a la edad de 25 años, le permitió tener tiempo para llevar una vida contemplativa. Antes, como comerciante, había conocido comunidades judías y cristianas de Siria y del norte de Arabia. Según la religión musulmana, en 610 Mahoma comenzó a tener revelaciones del dios único llamado Alá, en las que recibió instrucciones y un pedido de compartirlas con las demás personas.
En 613 comenzó a difundir su mensaje, empezando por sus familiares y amigos. De esta forma, en su papel de profeta, Mahoma unió a las tribus convirtiéndolas a un monoteísmo de raíz judeocristiana con características propias de la cultura árabe. Así fue como nació la fe islámica.
Mahoma fue adquiriendo enemigos a medida que su religión se propagaba ya que algunos consideraban que sus creencias eran una amenaza para su estilo de vida. Es por esto que tuvo que huir de La Meca en 622, año en que comienza la era musulmana, y continuar su catequesis en la ciudad de Yatreb, en donde su mensaje sería ampliamente aceptado.
El islamismo aprobaba la guerra santa para propagar la religión, y de esta forma aprovechaba las costumbres bélicas de los árabes de ese entonces. Siguiendo este precepto, Mahoma atacó la ciudad de La Meca con un ejército, conquistándola en el año 630.
Luego de la conquista, las tribus árabes reconocieron a Mahoma como el verdadero profeta de Alá. Aunque en algunos casos su religión fue aceptada pacíficamente, en otros casos la conversión se dio mediante el uso de la fuerza.
El surgimiento del Islam fue el inicio de un impresionante proceso de expansión territorial de la civilización árabe. En esta invasión caerían el Imperio Persa, el norte de África, y la Península Ibérica, incluyendo partes del Imperio Bizantino.
La Europa cristiana quedaría en contacto directo con el mundo musulmán, bajo constante amenaza de ser invadida.