Los científicos usan una variedad de pruebas para proteger al público de los efectos perjudiciales de sustancias químicas tóxicas y para encontrar maneras para tratar a personas que han sido afectadas.
Una manera para determinar si una sustancia química perjudicará a una persona es averiguar como el cuerpo absorbe, usa y libera la sustancia. En el caso de algunas sustancias químicas puede ser necesario experimentar en animales. La experimentación en animales puede ayudar a identificar problemas de salud tales como cáncer o defectos de nacimiento. Sin el uso de animales de laboratorio, los científicos perderían un método importante para tomar decisiones apropiadas para proteger la salud pública. Los científicos tienen la responsabilidad de tratar a los animales de investigación con cuidado y compasión. Los científicos deben adherirse a estrictos reglamentos para el cuidado de los animales porque actualmente hay leyes que protegen el bienestar de los animales de investigación.
Hay varios factores que determinarán si la exposición al benceno producirá efectos adversos, así como el tipo y severidad de los posibles efectos. Estos factores incluyen a la cantidad de benceno a que se expuso y la duración de la exposición. La mayor parte de la información acerca de los efectos de la exposición prolongada al benceno proviene de estudios de trabajadores en industrias que manufacturan o usan benceno. Estos trabajadores estuvieron expuestos a niveles de benceno en el aire mucho más altos que los niveles a los que está normalmente expuesta la población general. Actualmente, los niveles de benceno en el aire del trabajo son mucho más bajos que en el pasado. Debido a esta reducción y a la disponibilidad de equipos de protección, como por ejemplo respiradores, un menor número de trabajadores sufre síntomas de exposición al benceno.
Los científicos usan una variedad de pruebas para proteger al público de los efectos perjudiciales de sustancias químicas tóxicas y para encontrar maneras para tratar a personas que han sido afectadas.
Una manera para determinar si una sustancia química perjudicará a una persona es averiguar como el cuerpo absorbe, usa y libera la sustancia. En el caso de algunas sustancias químicas puede ser necesario experimentar en animales. La experimentación en animales puede ayudar a identificar problemas de salud tales como cáncer o defectos de nacimiento. Sin el uso de animales de laboratorio, los científicos perderían un método importante para tomar decisiones apropiadas para proteger la salud pública. Los científicos tienen la responsabilidad de tratar a los animales de investigación con cuidado y compasión. Los científicos deben adherirse a estrictos reglamentos para el cuidado de los animales porque actualmente hay leyes que protegen el bienestar de los animales de investigación.
Hay varios factores que determinarán si la exposición al benceno producirá efectos adversos, así como el tipo y severidad de los posibles efectos. Estos factores incluyen a la cantidad de benceno a que se expuso y la duración de la exposición. La mayor parte de la información acerca de los efectos de la exposición prolongada al benceno proviene de estudios de trabajadores en industrias que manufacturan o usan benceno. Estos trabajadores estuvieron expuestos a niveles de benceno en el aire mucho más altos que los niveles a los que está normalmente expuesta la población general. Actualmente, los niveles de benceno en el aire del trabajo son mucho más bajos que en el pasado. Debido a esta reducción y a la disponibilidad de equipos de protección, como por ejemplo respiradores, un menor número de trabajadores sufre síntomas de exposición al benceno.