En el siglo XII, en respuesta al resurgimiento de la herejía de forma organizada, se produjo en el sur de Francia un cambio de opinión dirigida de forma destacada contra la doctrinaalbigense. Esta doctrina creía en la existencia de dos dioses, uno malo y el otro bueno(dualismo), además incluía en su práctica nociones nocivas respecto al matrimonio y otras instituciones de la sociedad como la propiedad o el principio de autoridad y, tras los más débiles esfuerzos de sus predecesores, el Papa Inocencio III organizó una cruzada contra esta comunidad. Promulgó una legislación punitiva contra sus componentes y envió predicadores a la zona. Sin embargo, los diversos intentos destinados a someter la herejía no estuvieron bien coordinados y fueron relativamente ineficaces.
En pleno siglo XII cuando Europa luchaba contra la herejía España se podría considerar como un paradigma de la tolerancia religiosa. Los gobernantes recogían y asimilaban la cultura musulmana y el pueblo realizaba pacíficos intercambios comerciales y financieros con judíos y árabes. Según Henry Kamen en su libro “La Inquisición española”, en la sociedad española hasta el surgimiento de la inquisición coexistían pacíficamente árabes, cristianos y judíos, generándose entre estas tres culturas un intenso intercambio tanto comercial como cultural.”
En el siglo XII, en respuesta al resurgimiento de la herejía de forma organizada, se produjo en el sur de Francia un cambio de opinión dirigida de forma destacada contra la doctrinaalbigense. Esta doctrina creía en la existencia de dos dioses, uno malo y el otro bueno(dualismo), además incluía en su práctica nociones nocivas respecto al matrimonio y otras instituciones de la sociedad como la propiedad o el principio de autoridad y, tras los más débiles esfuerzos de sus predecesores, el Papa Inocencio III organizó una cruzada contra esta comunidad. Promulgó una legislación punitiva contra sus componentes y envió predicadores a la zona. Sin embargo, los diversos intentos destinados a someter la herejía no estuvieron bien coordinados y fueron relativamente ineficaces.
En pleno siglo XII cuando Europa luchaba contra la herejía España se podría considerar como un paradigma de la tolerancia religiosa. Los gobernantes recogían y asimilaban la cultura musulmana y el pueblo realizaba pacíficos intercambios comerciales y financieros con judíos y árabes. Según Henry Kamen en su libro “La Inquisición española”, en la sociedad española hasta el surgimiento de la inquisición coexistían pacíficamente árabes, cristianos y judíos, generándose entre estas tres culturas un intenso intercambio tanto comercial como cultural.”