Recientemente se ha publicado en España la obra de Stephen Hawking y Leonard Mlodinow que lleva por título “El gran diseño”. Esta obra, tras ser publicada en su edición inglesa en el Reino Unido, fue destacada en todos los medios de comunicación al afirmar sus autores que “Dios no es necesario para explicar el origen y funcionamiento del Universo”. Esta idea causó gran polémica y encendió titulares sensacionalistas en la prensa del tipo “Hawking afirma que Dios no existe” o “Hawking ha matado a Dios”.
Pero en esta misma obra hay otra idea que no he visto reflejada en los medios, y que también considero un punto interesante de reflexión. Hawking sentencia que la filosofía ha quedado obsoleta para contentar las “grandes preguntas de la humanidad”. Esto es lo que afirma en el primer capítulo de la obra titulado “El misterio del ser”. Todo un torpedo a la línea de flotación, de los que últimamente lanza Hawking en sus obras:
Viviendo en este vasto mundo, que a veces es amable y a veces cruel, y contemplando la inmensidad del firmamento encima de nosotros, nos hemos hecho siempre una multitud de preguntas. ¿Cómo podemos comprender el mundo en el que nos hallamos? ¿Cómo se comporta el universo? ¿Cuál es la naturaleza de la realidad? ¿De dónde viene todo lo que nos rodea? ¿Necesitó el Universo un Creador? La mayoría de nosotros no pasa la mayor parte de su tiempo preocupándose por esas cuestiones, pero casi todos nos preocupamos por ellas en algún instante.Tradicionalmente, ésas son cuestiones para la filosofía, pero la filosofía ha muerto. La filosofía no se ha mantenido al corriente de los desarrollos modernos de la ciencia, en particular de la física. Los científicos se han convertido se han convertido en los portadores de la antorcha del descubrimiento en nuestra búsqueda de conocimientos.
Recientemente se ha publicado en España la obra de Stephen Hawking y Leonard Mlodinow que lleva por título “El gran diseño”. Esta obra, tras ser publicada en su edición inglesa en el Reino Unido, fue destacada en todos los medios de comunicación al afirmar sus autores que “Dios no es necesario para explicar el origen y funcionamiento del Universo”. Esta idea causó gran polémica y encendió titulares sensacionalistas en la prensa del tipo “Hawking afirma que Dios no existe” o “Hawking ha matado a Dios”.
Pero en esta misma obra hay otra idea que no he visto reflejada en los medios, y que también considero un punto interesante de reflexión. Hawking sentencia que la filosofía ha quedado obsoleta para contentar las “grandes preguntas de la humanidad”. Esto es lo que afirma en el primer capítulo de la obra titulado “El misterio del ser”. Todo un torpedo a la línea de flotación, de los que últimamente lanza Hawking en sus obras:
Viviendo en este vasto mundo, que a veces es amable y a veces cruel, y contemplando la inmensidad del firmamento encima de nosotros, nos hemos hecho siempre una multitud de preguntas. ¿Cómo podemos comprender el mundo en el que nos hallamos? ¿Cómo se comporta el universo? ¿Cuál es la naturaleza de la realidad? ¿De dónde viene todo lo que nos rodea? ¿Necesitó el Universo un Creador? La mayoría de nosotros no pasa la mayor parte de su tiempo preocupándose por esas cuestiones, pero casi todos nos preocupamos por ellas en algún instante.Tradicionalmente, ésas son cuestiones para la filosofía, pero la filosofía ha muerto. La filosofía no se ha mantenido al corriente de los desarrollos modernos de la ciencia, en particular de la física. Los científicos se han convertido se han convertido en los portadores de la antorcha del descubrimiento en nuestra búsqueda de conocimientos.