Las festividades y procesiones en honor al Señor de Luren constituyen la segunda multitudinaria manifestación religiosa más grande del Perú. En Ica, como en Lima, el mes de octubre es mes de devoción y fervor para los pobladores que profesan la religión católica. El lunes después del tercer domingo de octubre, desde las siete de la noche, cuando el calor del desierto empieza a aplacarse, se inicia la multitudinaria procesión.
Miles de fieles, venidos desde todas partes, acompañan a la imagen que recorre, durante más de dieciocho horas, las calles de la ciudad. Los iqueños le construyen arcos y alfombras de flores y cantan alegres a su paso. Hay emoción pero, sobre todo, humildad y fe. Para el historiador Arturo Jiménez Borja, esta es una procesión recogida, respetuosa, iluminada por infinitos cirios que portan las manos de sus devotos seguidores.
El Martes es la Procesión de las Ánimas y la encabeza San Nicolás Tolentino, una enorme escultura de proporciones parecidas a la de un hombre que muestra evidencias de flagelación y sostiene un crucifijo y Rosario en la mano. Le sigue la Procesión de las Ánimas Benditas del Purgatorio que son enarboladas por la Santísima Trinidad y las imágenes de los arcángeles San Rafael y Gabriel; en ésta participan ambos sexos, es la más concurrida y se divide en: encruzados, flagelantes y ánimas. Los hombres llevan una capucha negra llamada capirote, van descalzos, arrastrando cadenas y el torso descubierto; los encruzados cargan un rollo de zarzas con espinas con un peso aproximado de 50 kg que por la forma en que se carga hace sangrar el cuello y la espalda; los flagelantes cargan una cruz de madera de 3 x 2 metros y de un peso aproximado de 6 kg y con un flagelo hecho de crin de caballo y clavos azotan sus espaldas. Las mujeres van vestidas de negro y descalzas y encorvadas llevan un crucifijo de madera y un rosario, otras llevan cirios encendidos y arrastran cadenas en manos y pies.
El Miércoles Santo, el atrio de Santa Prisca se convierte en el “Huerto de los Olivos” y se lleva a cabo la Procesión de la Santísima Trinidad, en donde las imágenes de varios santos son acompañados por todos los penitentes de las diversas facciones: encruzados, flagelantes y ánimas.
En el Jueves Santo en Santa Prisca luce una imagen de Jesús en el atrio. Por la tarde, se escenifica la Última Cena por actores locales y se inicia la procesión que encabeza el personaje de Judas Iscariote, seguido por el resto de los apóstoles. En la Capilla de San Nicolás Tolentino se escenifica una cárcel para venerar toda la noche al Divino Preso. En la noche, desde el templo de la Santa Veracruz parte la Procesión de los Cristos seguidos por los penitentes, la cual recorre varias calles del pueblo.
El Viernes Santo, se realiza la Procesión de las Tres Caídas compuesta de soldados romanos, encruzados, penitentes y un grupo de niños vestidos de ángeles; el grupo parte del Tempo de San Nicolás con la imagen de Jesús con la cruz a cuestas hasta llegar a la Plaza Borda donde se escenifican las tres caídas; pasado el medio día se lleva a cabo la representación de la crucifixión y a las 16:00 hrs se procede al descendimiento del cuerpo y se regresa al Ex Convento de San Bernardino para presentar al Cristo crucificado junto con Dimas y Gestas. A las pocas horas es bajado de la cruz para ser depositado en una urna de cristal y ser llevado en hombros durante la Procesión del Santo Entierro, encabezado por la Virgen de los Dolores, la Magdalena, San Juan Evangelista, San Pedro y los penitentes, todos cantando salmos. Después de varias horas se regresa al Ex Convento y a media noche se comienza la Procesión del Silencio en donde participan todos los devotos enlutados para velar al Señor del Santo Entierro toda la noche.
El Sábado de Gloria se guarda absoluto silencio en demostración de luto. Por la noche en la iglesia de Santa Prisca hay una misa solemne y a media noche se celebra la misa de resurrección en donde se bendicen agua y aceites y se queman los judas. Dentro de las tradiciones esta el darles a los niños y jóvenes jalones de orejas y golpecitos para recordarles que deben tener buen comportamiento y en las capillas se regalan ramas de laurel y palmas benditas.
El Domingo de Resurrección se realiza la Procesión de la Resurrección del Señor con las imágenes de la Virgen María y San Miguel Arcángel, participan las asociaciones católicas juveniles.
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uju no se busca en Gogle a ya
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Las festividades y procesiones en honor al Señor de Luren constituyen la segunda multitudinaria manifestación religiosa más grande del Perú. En Ica, como en Lima, el mes de octubre es mes de devoción y fervor para los pobladores que profesan la religión católica. El lunes después del tercer domingo de octubre, desde las siete de la noche, cuando el calor del desierto empieza a aplacarse, se inicia la multitudinaria procesión.
Miles de fieles, venidos desde todas partes, acompañan a la imagen que recorre, durante más de dieciocho horas, las calles de la ciudad. Los iqueños le construyen arcos y alfombras de flores y cantan alegres a su paso. Hay emoción pero, sobre todo, humildad y fe. Para el historiador Arturo Jiménez Borja, esta es una procesión recogida, respetuosa, iluminada por infinitos cirios que portan las manos de sus devotos seguidores.
El Martes es la Procesión de las Ánimas y la encabeza San Nicolás Tolentino, una enorme escultura de proporciones parecidas a la de un hombre que muestra evidencias de flagelación y sostiene un crucifijo y Rosario en la mano. Le sigue la Procesión de las Ánimas Benditas del Purgatorio que son enarboladas por la Santísima Trinidad y las imágenes de los arcángeles San Rafael y Gabriel; en ésta participan ambos sexos, es la más concurrida y se divide en: encruzados, flagelantes y ánimas. Los hombres llevan una capucha negra llamada capirote, van descalzos, arrastrando cadenas y el torso descubierto; los encruzados cargan un rollo de zarzas con espinas con un peso aproximado de 50 kg que por la forma en que se carga hace sangrar el cuello y la espalda; los flagelantes cargan una cruz de madera de 3 x 2 metros y de un peso aproximado de 6 kg y con un flagelo hecho de crin de caballo y clavos azotan sus espaldas. Las mujeres van vestidas de negro y descalzas y encorvadas llevan un crucifijo de madera y un rosario, otras llevan cirios encendidos y arrastran cadenas en manos y pies.
El Miércoles Santo, el atrio de Santa Prisca se convierte en el “Huerto de los Olivos” y se lleva a cabo la Procesión de la Santísima Trinidad, en donde las imágenes de varios santos son acompañados por todos los penitentes de las diversas facciones: encruzados, flagelantes y ánimas.
En el Jueves Santo en Santa Prisca luce una imagen de Jesús en el atrio. Por la tarde, se escenifica la Última Cena por actores locales y se inicia la procesión que encabeza el personaje de Judas Iscariote, seguido por el resto de los apóstoles. En la Capilla de San Nicolás Tolentino se escenifica una cárcel para venerar toda la noche al Divino Preso. En la noche, desde el templo de la Santa Veracruz parte la Procesión de los Cristos seguidos por los penitentes, la cual recorre varias calles del pueblo.
El Viernes Santo, se realiza la Procesión de las Tres Caídas compuesta de soldados romanos, encruzados, penitentes y un grupo de niños vestidos de ángeles; el grupo parte del Tempo de San Nicolás con la imagen de Jesús con la cruz a cuestas hasta llegar a la Plaza Borda donde se escenifican las tres caídas; pasado el medio día se lleva a cabo la representación de la crucifixión y a las 16:00 hrs se procede al descendimiento del cuerpo y se regresa al Ex Convento de San Bernardino para presentar al Cristo crucificado junto con Dimas y Gestas. A las pocas horas es bajado de la cruz para ser depositado en una urna de cristal y ser llevado en hombros durante la Procesión del Santo Entierro, encabezado por la Virgen de los Dolores, la Magdalena, San Juan Evangelista, San Pedro y los penitentes, todos cantando salmos. Después de varias horas se regresa al Ex Convento y a media noche se comienza la Procesión del Silencio en donde participan todos los devotos enlutados para velar al Señor del Santo Entierro toda la noche.
El Sábado de Gloria se guarda absoluto silencio en demostración de luto. Por la noche en la iglesia de Santa Prisca hay una misa solemne y a media noche se celebra la misa de resurrección en donde se bendicen agua y aceites y se queman los judas. Dentro de las tradiciones esta el darles a los niños y jóvenes jalones de orejas y golpecitos para recordarles que deben tener buen comportamiento y en las capillas se regalan ramas de laurel y palmas benditas.
El Domingo de Resurrección se realiza la Procesión de la Resurrección del Señor con las imágenes de la Virgen María y San Miguel Arcángel, participan las asociaciones católicas juveniles.