Tal día como hoy en 1843 la reina Isabel II promulgó un Real Decreto por el que se establecía como enseña nacional la 'rojigualda', tal y como hoy la conocemos.
El rojo y el amarillo han sido colores tradicionales de las banderas y pendones de los distintos reinos medievales que acabaron conformando la actual España. La enseña utiliza ambos pero no sólo por razones históricas sino por otras meramente prácticas.
Desde la instauración de la dinastía borbónica tras la Guerra de Sucesión la enseña nacional era de color blanco con el escudo de armas en el centro. El problema es que el era igual al de otros estados y producía confusiones en el mar donde los barcos no sabían se encontraban ante un amigo o un enemigo hasta que estaban muy cerca.
Carlos III ordenó al Ministerio de Marina que diseñara una bandera que pudiera ser fácilmente reconocible en el mar. Al monarca se le presentaron una docena de bocetos y finalmente se inclinó por el diseño de tres franjas de color rojo, amarillo y rojo por la facilidad con que se distinguiría en el mar. La única modificación que introdujo es que la franja amarilla tuviera el doble de grosor que las rojas.
La enseña se convirtió en el distintivo de la Marina española en 1785, hace 230 años. Posteriormente Carlos IV la convirtió también en la enseña del Ejército de Tierra. Durante la Guerra de la Independencia la bandera se popularizó entre la población.
Finalmente, el 13 de octubre de 1843 la reina Isabel II la convirtió en bandera nacional. Desde entonces ha permanecido inalterable (salvo durante la II República) hasta nuestros días.
Tal día como hoy en 1843 la reina Isabel II promulgó un Real Decreto por el que se establecía como enseña nacional la 'rojigualda', tal y como hoy la conocemos.
El rojo y el amarillo han sido colores tradicionales de las banderas y pendones de los distintos reinos medievales que acabaron conformando la actual España. La enseña utiliza ambos pero no sólo por razones históricas sino por otras meramente prácticas.
Desde la instauración de la dinastía borbónica tras la Guerra de Sucesión la enseña nacional era de color blanco con el escudo de armas en el centro. El problema es que el era igual al de otros estados y producía confusiones en el mar donde los barcos no sabían se encontraban ante un amigo o un enemigo hasta que estaban muy cerca.
Carlos III ordenó al Ministerio de Marina que diseñara una bandera que pudiera ser fácilmente reconocible en el mar. Al monarca se le presentaron una docena de bocetos y finalmente se inclinó por el diseño de tres franjas de color rojo, amarillo y rojo por la facilidad con que se distinguiría en el mar. La única modificación que introdujo es que la franja amarilla tuviera el doble de grosor que las rojas.
La enseña se convirtió en el distintivo de la Marina española en 1785, hace 230 años. Posteriormente Carlos IV la convirtió también en la enseña del Ejército de Tierra. Durante la Guerra de la Independencia la bandera se popularizó entre la población.
Finalmente, el 13 de octubre de 1843 la reina Isabel II la convirtió en bandera nacional. Desde entonces ha permanecido inalterable (salvo durante la II República) hasta nuestros días.