1. Tu mente está más abierta: cuando estudias algo que te gusta estás dispuesto a recibir conceptos nuevos e información distinta sin poner trabas. Quieres descubrir, saberlo todo
2. Eres (más) creativo: te gusta probar, experimentar. Estás inspirado. «¿Qué pasa si cambio esto?, ¿qué hubiese pasado si en lugar de en el año 1850 hubiese pasado en 1400?, ¿y si le añadimos a la mezcla más cantidad de este otro material?», …
3. Estás constantemente motivado: la motivación forma parte de tu estado natural, no la tienes que buscar en el exterior
4. Tienes muchos momentos de «!Ajá, ya lo entiendo¡». Todo (o casi todo) te resulta fácil. No necesitas esforzarte por aprender. Sí por comprender conceptos complicados, pero aún así, mucho menos de lo que será si lo que estudias no te gusta
5. Disfrutas todo el rato de lo que haces, te encanta, te divierte
6. Es tu pasión, no te cuesta nada levantarte por la mañana temprano para ponerte manos a la obra. Estás deseando que llegue el momento de volver a ello.
7. Tu autoestima se beneficia de todo ello, estás seguro de ti mismo, haces lo que te gusta
8. Con el tiempo, eres muy bueno en ello, destacas, te vuelves un experto. Puedes empezar siendo un perfecto ignorante (aunque si de verdad se trata de algo que te gusta, es porque ya has tenido contacto con ello y vas a tener al menos una idea inicial). Puede que no tengas la experiencia y el conocimiento de un experto. Pero los vas a adquirir. Tarde o temprano eso ocurre. Porque no te vas a conformar con quedarte en la superficie, vas a querer saber más y más. Así se forman los expertos
9. Rindes mucho más: Si disfrutas con ello y estás motivado (cosas que ya hemos visto van a ocurrir), tu rendimiento va a ser muy alto. Una vez que llegas al nivel de experto, tu nivel es tremendamente alto. Y eso ocurre mucho antes de lo que imaginas
10. De una forma u otra lo haces funcionar económicamente. Esto es algo a tener en cuenta, ya que, es uno de los principales argumentos con el que te presiona el entorno para que no estudies determinada cosa que te gusta. «Es que eso no tiene salida laboral», «no estudies eso porque no hay trabajo para ello». No importa si, por ejemplo, quieres estudiar una carrera universitaria para la que apenas hay ofertas de trabajo en este momento. Si de verdad es tu pasión, disfrutas con ella, eres feliz aprendiendo lo que te enseñan, es cuestión de tiempo y una cierta dosis de creatividad que aprendas a sacarle el partido económico.
Respuesta:
1. Tu mente está más abierta: cuando estudias algo que te gusta estás dispuesto a recibir conceptos nuevos e información distinta sin poner trabas. Quieres descubrir, saberlo todo
2. Eres (más) creativo: te gusta probar, experimentar. Estás inspirado. «¿Qué pasa si cambio esto?, ¿qué hubiese pasado si en lugar de en el año 1850 hubiese pasado en 1400?, ¿y si le añadimos a la mezcla más cantidad de este otro material?», …
3. Estás constantemente motivado: la motivación forma parte de tu estado natural, no la tienes que buscar en el exterior
4. Tienes muchos momentos de «!Ajá, ya lo entiendo¡». Todo (o casi todo) te resulta fácil. No necesitas esforzarte por aprender. Sí por comprender conceptos complicados, pero aún así, mucho menos de lo que será si lo que estudias no te gusta
5. Disfrutas todo el rato de lo que haces, te encanta, te divierte
6. Es tu pasión, no te cuesta nada levantarte por la mañana temprano para ponerte manos a la obra. Estás deseando que llegue el momento de volver a ello.
7. Tu autoestima se beneficia de todo ello, estás seguro de ti mismo, haces lo que te gusta
8. Con el tiempo, eres muy bueno en ello, destacas, te vuelves un experto. Puedes empezar siendo un perfecto ignorante (aunque si de verdad se trata de algo que te gusta, es porque ya has tenido contacto con ello y vas a tener al menos una idea inicial). Puede que no tengas la experiencia y el conocimiento de un experto. Pero los vas a adquirir. Tarde o temprano eso ocurre. Porque no te vas a conformar con quedarte en la superficie, vas a querer saber más y más. Así se forman los expertos
9. Rindes mucho más: Si disfrutas con ello y estás motivado (cosas que ya hemos visto van a ocurrir), tu rendimiento va a ser muy alto. Una vez que llegas al nivel de experto, tu nivel es tremendamente alto. Y eso ocurre mucho antes de lo que imaginas
10. De una forma u otra lo haces funcionar económicamente. Esto es algo a tener en cuenta, ya que, es uno de los principales argumentos con el que te presiona el entorno para que no estudies determinada cosa que te gusta. «Es que eso no tiene salida laboral», «no estudies eso porque no hay trabajo para ello». No importa si, por ejemplo, quieres estudiar una carrera universitaria para la que apenas hay ofertas de trabajo en este momento. Si de verdad es tu pasión, disfrutas con ella, eres feliz aprendiendo lo que te enseñan, es cuestión de tiempo y una cierta dosis de creatividad que aprendas a sacarle el partido económico.