A la hora de pensar en el baile y la danza hay que tener en cuenta un elemento muy importante, la coreografía, la escritura de la danza. Se trata de un arte de crear unas estructuras que establecen los movimientos que realizan los bailarines. Los que nos dedicamos a la enseñanza del baile sabemos de la importancia que tiene. En nuestra escuela de danza y baile de Getxo, en la que acuden desde niños pequeños hasta adultos, empleamos diferentes tipos de coreografías, en función del baile que se esté aprendiendo.
En cualquier caso, este elemento básico es el que nos va a permitir desarrollar unos bailes con un sentido concreto. Al hablar de coreografías podemos diferenciar entre varios tipos: folclórica, monóloga, grupal, expresiva, distributiva y principal.
A la hora de preparar una coreografía es necesario plasmar en un papel los movimientos que se van a ejecutar. Este procedimiento data desde el siglo XVI, cuando se empezó a sistematizar el paso y las figuras que iban a interpretar los bailarines.
Una vez que se ha elegido la música y el estilo es necesario hacer una selección de los pasos o rutinas. A continuación, habrá que identificar las secciones de la música y definir el estilo de movimiento más apropiado a cada una de ellas. Llega entonces el momento de preparar una línea básica de pies y añadir detalles de brazos o cabeza. Esos movimientos se irán rectificando a medida que se vaya interpretando.
Así es como se consigue hacer una coreografía que posteriormente interpretarán los bailarines en escena. En nuestra escuela de danza y baile de Getxo empleamos diferentes coreografías en función del nivel de los alumnos.
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A la hora de pensar en el baile y la danza hay que tener en cuenta un elemento muy importante, la coreografía, la escritura de la danza. Se trata de un arte de crear unas estructuras que establecen los movimientos que realizan los bailarines. Los que nos dedicamos a la enseñanza del baile sabemos de la importancia que tiene. En nuestra escuela de danza y baile de Getxo, en la que acuden desde niños pequeños hasta adultos, empleamos diferentes tipos de coreografías, en función del baile que se esté aprendiendo.
En cualquier caso, este elemento básico es el que nos va a permitir desarrollar unos bailes con un sentido concreto. Al hablar de coreografías podemos diferenciar entre varios tipos: folclórica, monóloga, grupal, expresiva, distributiva y principal.
A la hora de preparar una coreografía es necesario plasmar en un papel los movimientos que se van a ejecutar. Este procedimiento data desde el siglo XVI, cuando se empezó a sistematizar el paso y las figuras que iban a interpretar los bailarines.
Una vez que se ha elegido la música y el estilo es necesario hacer una selección de los pasos o rutinas. A continuación, habrá que identificar las secciones de la música y definir el estilo de movimiento más apropiado a cada una de ellas. Llega entonces el momento de preparar una línea básica de pies y añadir detalles de brazos o cabeza. Esos movimientos se irán rectificando a medida que se vaya interpretando.
Así es como se consigue hacer una coreografía que posteriormente interpretarán los bailarines en escena. En nuestra escuela de danza y baile de Getxo empleamos diferentes coreografías en función del nivel de los alumnos.
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