Cuando es mezclado con otros metales como cobre, plata, cinc, níquel o hierro da lugar a distintas tonalidades. En este sentido también se trata de un elemento tremendamente dúctil y maleable. De hecho, puede llegar hasta ser traspasado por la luz.
El oro es uno de esos metales nobles, o lo que es lo mismo no se oxida. En contacto con el aire en temperaturas normales jamás perderá su brillo, por tanto es para siempre y no envejece.
Cuando es mezclado con otros metales como cobre, plata, cinc, níquel o hierro da lugar a distintas tonalidades. En este sentido también se trata de un elemento tremendamente dúctil y maleable. De hecho, puede llegar hasta ser traspasado por la luz.
El oro es uno de esos metales nobles, o lo que es lo mismo no se oxida. En contacto con el aire en temperaturas normales jamás perderá su brillo, por tanto es para siempre y no envejece.