Este trabajo aborda las migraciones latinoamericanas producidas en el marco de la globalización. El autor identifica las que ocurren en Latinoamérica hacia países desarrollados como parte de una tendencia mundial de carácter restrictivo en los países de destino, determinada por gobiernos que buscan evitar flujos migratorios no deseados hacia sus territorios. Esta situación restrictiva tiende a seleccionar migrantes de acuerdo con las necesidades inmediatas que tiene un país para cubrir puestos de trabajo, atrayendo así a su sociedad a los científicos, tecnólogos y especialistas que le hacen falta para cubrir sus propias necesidades, fenómeno migratorio llamado brain drain o 'drenaje de cerebros'. Sin embargo, el autor también advierte de un nuevo proyecto de recolonización que traerá nuevos flujos migratorios hacia Latinoamérica, debido a su disponibilidad de agua potable y alimentos.
Las consecuencias:
Cambios demográficos. Esto incluye el vaciamiento de ciudades y regiones del lugar de origen, generando un vacío cultural y económico que a veces complica aún más las cosas para quienes se quedan, y la llegada masiva de migrantes al lugar de destino, generando una mayor demanda de recursos locales.
Intercambio cultural y étnico: La mezcla y el mestizaje, la hibridación de las culturas y de las razas, aporta insumos nuevos y frescos tanto a la sociedad de destino como al pozo genético de su población, potenciando la diferencia, variedad y riqueza cultural.
Cambios de la dinámica económica: Los emigrantes a menudo envían dinero a sus familiares dejados atrás, lo cual representa un movimiento económico nuevo y adicional en el lugar de destino. Al mismo tiempo brindan fuerza de trabajo a su nueva sociedad y a veces las riquezas que lleven consigo.
Xenofobia: La resistencia a la migración por parte de los pobladores del destino puede alcanzar límites peligrosos y desencadenar violencia, racismo y otras manifestaciones extremas.
Explicación:
Este trabajo aborda las migraciones latinoamericanas producidas en el marco de la globalización. El autor identifica las que ocurren en Latinoamérica hacia países desarrollados como parte de una tendencia mundial de carácter restrictivo en los países de destino, determinada por gobiernos que buscan evitar flujos migratorios no deseados hacia sus territorios. Esta situación restrictiva tiende a seleccionar migrantes de acuerdo con las necesidades inmediatas que tiene un país para cubrir puestos de trabajo, atrayendo así a su sociedad a los científicos, tecnólogos y especialistas que le hacen falta para cubrir sus propias necesidades, fenómeno migratorio llamado brain drain o 'drenaje de cerebros'. Sin embargo, el autor también advierte de un nuevo proyecto de recolonización que traerá nuevos flujos migratorios hacia Latinoamérica, debido a su disponibilidad de agua potable y alimentos.
Las consecuencias:
Cambios demográficos. Esto incluye el vaciamiento de ciudades y regiones del lugar de origen, generando un vacío cultural y económico que a veces complica aún más las cosas para quienes se quedan, y la llegada masiva de migrantes al lugar de destino, generando una mayor demanda de recursos locales.
Intercambio cultural y étnico: La mezcla y el mestizaje, la hibridación de las culturas y de las razas, aporta insumos nuevos y frescos tanto a la sociedad de destino como al pozo genético de su población, potenciando la diferencia, variedad y riqueza cultural.
Cambios de la dinámica económica: Los emigrantes a menudo envían dinero a sus familiares dejados atrás, lo cual representa un movimiento económico nuevo y adicional en el lugar de destino. Al mismo tiempo brindan fuerza de trabajo a su nueva sociedad y a veces las riquezas que lleven consigo.
Xenofobia: La resistencia a la migración por parte de los pobladores del destino puede alcanzar límites peligrosos y desencadenar violencia, racismo y otras manifestaciones extremas.