Mi padre tiene en su mirar sereno reflejo fiel de su conciencia honrada; ¡Cuánto consejo cariñoso y bueno sorprendo en el fulgor de su mirada!
La nobleza del alma es su nobleza, la gloria del deber forma su gloria; es pobre, pero encierra su pobreza la página más grande de su historia.
Siendo el culto de mi alma su cariño, la suerte quiso que al honrar su nombre, fuera el amor que me inspiró de niño la más sagrada inspiración del hombre.
Quisiera el cielo que el canto que me inspira siempre sus ojos con amor lo vean, y de todos los versos de mi lira estos dignos de su nombre sean.
Mi padre tiene en su mirar sereno
reflejo fiel de su conciencia honrada;
¡Cuánto consejo cariñoso y bueno
sorprendo en el fulgor de su mirada!
La nobleza del alma es su nobleza,
la gloria del deber forma su gloria;
es pobre, pero encierra su pobreza
la página más grande de su historia.
Siendo el culto de mi alma su cariño,
la suerte quiso que al honrar su nombre,
fuera el amor que me inspiró de niño
la más sagrada inspiración del hombre.
Quisiera el cielo que el canto que me inspira
siempre sus ojos con amor lo vean,
y de todos los versos de mi lira
estos dignos de su nombre sean.