Arequipa, eres parte del orgullo del Perú, siempre te tendré eterna gratitud, te llevo en mi alma y en mi corazón, escuchar tu nombre me llena de emoción
¡Hola!, mi Ciudad Blanca, ¡Que tal!, mi tierra natal, ¡Buenos días!, mi entrañable Arequipa, ¿Cómo estás?, ¿Cómo te va?.
Me alegra verte grande y generosa, progresiva, sencilla y siempre acogedora; le doy mil gracias a Dios, a la vida, y a mis padres por su acción decidida, por haber nacido en tu suelo, en el azul inconfundible de tu cielo.
Adoro mi ocopa, mi rocoto relleno, mi solterito de queso, mis chicharrones, mi adobo de chancho, mi chupe de camarones, mis chocolates, mi leche fresca, mis cultivos de arroz, ajos y de papa fresca, mi comercio, mis industrias textiles, mis turistas, que vienen en cientos y miles, mi aire puro, mi 15 de agosto, mi Misti, mi carnaval, mi Virgen de Chapi, mi verde campiña, mi acogedora gente, mi clima templado, que la hace atrayente.
Como arequipeño que soy, tierra mía, quiero que sepas hoy, que por ti hasta la vida doy; Soy impulsivo y natural, soy rebelde y emprendedor, amo la vida urbana y rural, y detesto ser un perdedor.
Arequipa, eres mi ciudad, mi tierra, mi suelo, mi felicidad: Arequipa, eres parte del orgullo del Perú,
siempre te tendré eterna gratitud, te llevo en mi alma y en mi corazón, escuchar tu nombre me llena de emoción.
Desde que era un infante, un corito, tu me enseñaste a quererte y respetarte, ahora que estoy bastante crecidito, comprendo que jamás podré decepcionarte.
Arequipa mía, que me has hecho, que siento que te quiero tanto, orgulloso te llevo en mi pecho, pues te quiero no sabes cuanto, que vivas de enero a diciembre, que vivas hoy, mañana y siempre.
Respuesta:
Arequipa, eres parte del orgullo del Perú, siempre te tendré eterna gratitud, te llevo en mi alma y en mi corazón, escuchar tu nombre me llena de emoción
¡Hola!, mi Ciudad Blanca,
¡Que tal!, mi tierra natal,
¡Buenos días!, mi entrañable Arequipa,
¿Cómo estás?, ¿Cómo te va?.
Me alegra verte grande y generosa,
progresiva, sencilla y siempre acogedora;
le doy mil gracias a Dios, a la vida,
y a mis padres por su acción decidida,
por haber nacido en tu suelo,
en el azul inconfundible de tu cielo.
Adoro mi ocopa, mi rocoto relleno,
mi solterito de queso, mis chicharrones,
mi adobo de chancho, mi chupe de camarones,
mis chocolates, mi leche fresca,
mis cultivos de arroz, ajos y de papa fresca,
mi comercio, mis industrias textiles,
mis turistas, que vienen en cientos y miles,
mi aire puro, mi 15 de agosto, mi Misti,
mi carnaval, mi Virgen de Chapi,
mi verde campiña, mi acogedora gente,
mi clima templado, que la hace atrayente.
Como arequipeño que soy,
tierra mía, quiero que sepas hoy,
que por ti hasta la vida doy;
Soy impulsivo y natural,
soy rebelde y emprendedor,
amo la vida urbana y rural,
y detesto ser un perdedor.
Arequipa, eres mi ciudad,
mi tierra, mi suelo, mi felicidad:
Arequipa, eres parte del orgullo del Perú,
siempre te tendré eterna gratitud,
te llevo en mi alma y en mi corazón,
escuchar tu nombre me llena de emoción.
Desde que era un infante, un corito,
tu me enseñaste a quererte y respetarte,
ahora que estoy bastante crecidito,
comprendo que jamás podré decepcionarte.
Arequipa mía, que me has hecho,
que siento que te quiero tanto,
orgulloso te llevo en mi pecho,
pues te quiero no sabes cuanto,
que vivas de enero a diciembre,
que vivas hoy, mañana y siempre.