La flor de Libertad está marchita, El azteca que gime esclavizado
En opresión odiosa,
Se estremece de cólera bendita Ante el ultraje del audaz Ibero Que le roba su Patria, sus mujeres, La ansiada Libertad, y luego artero
Con crueldad inaudita.
En su sed insaciable de dinero
Feroz le martiriza.
Y así pasan los años y los siglos
Sin que un solo destello de esperanza Anime al indio fiero..........
Es que acaso la sange de Cuautemoc
De ese Titán guerrero, No corre ya en las venas de los indios
Que pueblan el Anáhuac altanero? O habrá muerto quizás el sentimiento De aquella Libertad que defendieron Los abnegados héroes que murieron Antes que pemitir el que los blancos De ojos azules y de rubio pelo Se apoderaran de su rico suelo? Mas no! que aún palpita de entusiasmo El corazón del indio belicoso, Listo está a la batalla, sin reposo Combatirá al Conquistador aleve Hasta que la cadena que lo oprime Caiga rota en el suelo y ya deshecha, Peleará mientras quede Una gota de sangre entre sus venas Y en su carcaj o de pieles una flecha!..............
Tan solo esperan al Mesías augusto
Que con verbo profético y airado, El corazón inflame
Haciendo de cada indio un soldado, Que a su vez sea un héroe Que luche por su Patria sin desmayo,
Y muera en las Termopilas
O vaya a agonizar en el Calvario!...
Y al fin surgió el Mesías: era Hidalgo, Sus voces ¡Libertad! ¡Independencia! Se extendieron por todo el Anahuac, Los indios empuñaron sus macanas Gritando ¡Libertad! Y la lucha fue cruenta: entre las selvas, En las verdes campiñas y en los prados Corrió la sangre ardiente; el Mexicano Supo mostrar a los Iberos bravos, Que aún circulaba sangre entre sus venas
Del heroico Cuitláhuac; que en su pecho
Jamás se extinguirían
El amor a la Patria y al Derecho! Pero entre tanto el Héroe
Que redimiera al pueblo escarnecido, Cayó a los golpes de traición impía: ¡El también como Cristo fue vendido! La idea de Libertad murió en su cuna?
¡Oh, no! Morelos y Guerrero y Mina
Y otros mil Héroes que besó la Gloria, Reavivaron la antorcha que ilumina Con fulgidos destellos
Las páginas brillantes de la Historia. ¡Oh Hidalgo! ante el solio en que reposas
Depositamos hoy las frescas rosas
De gratitud perenne, Que vivirá en el mexicano pecho, Mientras que en él aliente
La flor de Libertad está marchita,
El azteca que gime esclavizado
En opresión odiosa,
Se estremece de cólera bendita
Ante el ultraje del audaz Ibero
Que le roba su Patria, sus mujeres,
La ansiada Libertad, y luego artero
Con crueldad inaudita.
En su sed insaciable de dinero
Feroz le martiriza.
Y así pasan los años y los siglos
Sin que un solo destello de esperanza
Anime al indio fiero..........
Es que acaso la sange de Cuautemoc
De ese Titán guerrero,
No corre ya en las venas de los indios
Que pueblan el Anáhuac altanero?
O habrá muerto quizás el sentimiento De aquella Libertad que defendieron Los abnegados héroes que murieron Antes que pemitir el que los blancos De ojos azules y de rubio pelo Se apoderaran de su rico suelo? Mas no! que aún palpita de entusiasmo El corazón del indio belicoso, Listo está a la batalla, sin reposo Combatirá al Conquistador aleve Hasta que la cadena que lo oprime Caiga rota en el suelo y ya deshecha, Peleará mientras quede Una gota de sangre entre sus venas
Y en su carcaj o de pieles una flecha!..............
Tan solo esperan al Mesías augusto
Que con verbo profético y airado,
El corazón inflame
Haciendo de cada indio un soldado,
Que a su vez sea un héroe
Que luche por su Patria sin desmayo,
Y muera en las Termopilas
O vaya a agonizar en el Calvario!...
Y al fin surgió el Mesías: era Hidalgo,
Sus voces ¡Libertad! ¡Independencia!
Se extendieron por todo el Anahuac,
Los indios empuñaron sus macanas
Gritando ¡Libertad!
Y la lucha fue cruenta: entre las selvas,
En las verdes campiñas y en los prados
Corrió la sangre ardiente; el Mexicano
Supo mostrar a los Iberos bravos,
Que aún circulaba sangre entre sus venas
Del heroico Cuitláhuac; que en su pecho
Jamás se extinguirían
El amor a la Patria y al Derecho!
Pero entre tanto el Héroe
Que redimiera al pueblo escarnecido,
Cayó a los golpes de traición impía:
¡El también como Cristo fue vendido!
La idea de Libertad murió en su cuna?
¡Oh, no! Morelos y Guerrero y Mina
Y otros mil Héroes que besó la Gloria,
Reavivaron la antorcha que ilumina
Con fulgidos destellos
Las páginas brillantes de la Historia.
¡Oh Hidalgo! ante el solio en que reposas
Depositamos hoy las frescas rosas
De gratitud perenne,
Que vivirá en el mexicano pecho,
Mientras que en él aliente
El amor a la Patria y al Derecho!