Con la multiplicidad lingüística hay mejores y mayores opciones para la comunicación. Unos podrán entenderse en su propia lengua, en su lengua nativa o dominante, otros eligirán una segunda lengua optativa u obligatoria o una combinación de ambas. Esas son, precisamente, unas de las principales ventajas: las opciones comunicativas, la heterogeneidad y la diversidad, en medio de las estructuras comunes que pudieran existir, de las palabras cognadas y de las influencias subyacentes.
Con la multiplicidad lingüística hay mejores y mayores opciones para la comunicación. Unos podrán entenderse en su propia lengua, en su lengua nativa o dominante, otros eligirán una segunda lengua optativa u obligatoria o una combinación de ambas. Esas son, precisamente, unas de las principales ventajas: las opciones comunicativas, la heterogeneidad y la diversidad, en medio de las estructuras comunes que pudieran existir, de las palabras cognadas y de las influencias subyacentes.