Las palabras que terminan en vocal tónica están sufriendo una evolución en la lengua para regularizar su plural, de forma que en lugar de -es cada vez es más frecuente -s. El proceso ya se puede considerar completado cuando es -á (de bajá, antes bajaes y hoy bajás) u -ó (de rondó, antes rondoes y hoy rondós)[1]. pero se sigue vacilando cuando las vocales finales son -í y -ú, con clara tendencia a la regularización.
La siguiente lista da la forma que recogen diversas obras. Como regla general, las Academias de la Lengua en laNGLE (pp. 132-134) actualmente aceptan la formación con -s aunque prefieren las variantes con -es en la lengua culta. En el DPD (entrada 'PLURAL', apartado 1c) se indicaba este mismo criterio:
Las palabras que terminan en vocal tónica están sufriendo una evolución en la lengua para regularizar su plural, de forma que en lugar de -es cada vez es más frecuente -s. El proceso ya se puede considerar completado cuando es -á (de bajá, antes bajaes y hoy bajás) u -ó (de rondó, antes rondoes y hoy rondós)[1]. pero se sigue vacilando cuando las vocales finales son -í y -ú, con clara tendencia a la regularización.
La siguiente lista da la forma que recogen diversas obras. Como regla general, las Academias de la Lengua en laNGLE (pp. 132-134) actualmente aceptan la formación con -s aunque prefieren las variantes con -es en la lengua culta. En el DPD (entrada 'PLURAL', apartado 1c) se indicaba este mismo criterio: