Deja el refresco.
Come verduras que te gusten todos los días.
Agárrale el gusto al pescado. Es delicioso.
Duerme una siesta pequeña (de 10-15 minutos) cada que te haga falta.
Lee.
Practica Yoga.
Aprende a respirar: desde la base de tus pulmones.
Aléjate de los azúcares refinados. Solo de vez en cuando.
Toma agua.
Ve menos televisión.
Siéntate bien. En tu silla de trabajo, en la cama, en el cafecito.
Revísate. Autoexploración mamaria y testicular.
Ve al dentista cada 6 meses.
Ve a tus amigos aunque estés muy “ocupado”.
Encuentra un deporte o ejercicio que disfrutes. Pero no se va a “encontrar” solo ¡búscalo!
Critica menos.
Mastica bien tus alimentos. No se van a escapar.
Cualquier exceso redúcelo, aunque sea un poco.
Come frutas. Son un manjar.
Adopta una mascota. Si no tienes espacio, un hámster, un hurón o hasta un pececito te darán dosis de felicidad.
No procrastines.
Ya no te preocupes por el pasado.
Ve de vacaciones.
No dejes de aprender. Si no tienes tiempo o te da flojera en internet se puede aprender desde cocina griega hasta como hacer una cota de malla (!).
No tomes medicamentos a la menor provocación. Tu cuerpo es sabio.
Aprende a relajarte. Así necesites tomar cursos.
Disfruta unos minutos a solas contigo todos los días.
Pon música que te alegre.
Canta en la regadera (o donde quieras).
Procura que tu “hablar” sea el 20% y tu “actuar” el 80%.
Se agradecido.
No desperdicies. Ni agua, ni comida, ni cariño, ni oportunidades.
Aprende a tomarte un verdadero break.
No te desveles muy seguido.
Ejercita tus músculos.
No comas de más.
Baños de sol diarios. Deja que el sol toque tu piel unos minutos al día.
Aclara tus metas, divídelas en pequeñas partes, y traza un plan para lograrlas.
Ríete.
" Life is not a problem to be solved but a reality to be experienced! "
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Deja el refresco.
Come verduras que te gusten todos los días.
Agárrale el gusto al pescado. Es delicioso.
Duerme una siesta pequeña (de 10-15 minutos) cada que te haga falta.
Lee.
Practica Yoga.
Aprende a respirar: desde la base de tus pulmones.
Aléjate de los azúcares refinados. Solo de vez en cuando.
Toma agua.
Ve menos televisión.
Siéntate bien. En tu silla de trabajo, en la cama, en el cafecito.
Revísate. Autoexploración mamaria y testicular.
Ve al dentista cada 6 meses.
Ve a tus amigos aunque estés muy “ocupado”.
Encuentra un deporte o ejercicio que disfrutes. Pero no se va a “encontrar” solo ¡búscalo!
Critica menos.
Mastica bien tus alimentos. No se van a escapar.
Cualquier exceso redúcelo, aunque sea un poco.
Come frutas. Son un manjar.
Adopta una mascota. Si no tienes espacio, un hámster, un hurón o hasta un pececito te darán dosis de felicidad.
No procrastines.
Ya no te preocupes por el pasado.
Ve de vacaciones.
No dejes de aprender. Si no tienes tiempo o te da flojera en internet se puede aprender desde cocina griega hasta como hacer una cota de malla (!).
No tomes medicamentos a la menor provocación. Tu cuerpo es sabio.
Aprende a relajarte. Así necesites tomar cursos.
Disfruta unos minutos a solas contigo todos los días.
Pon música que te alegre.
Canta en la regadera (o donde quieras).
Procura que tu “hablar” sea el 20% y tu “actuar” el 80%.
Se agradecido.
No desperdicies. Ni agua, ni comida, ni cariño, ni oportunidades.
Aprende a tomarte un verdadero break.
No te desveles muy seguido.
Ejercita tus músculos.
No comas de más.
Baños de sol diarios. Deja que el sol toque tu piel unos minutos al día.
Aclara tus metas, divídelas en pequeñas partes, y traza un plan para lograrlas.
Ríete.