Enrique Moradiellos, doctor en Historia y prolífico investigador, nos invita en este libro a adentrarnos en el modus operandi de los historiadores, esto es, a bucear en los documentos originales que sirven de materia prima para construir el relato de la Historia. La reproducción literal de los documentos -desde mapas y gráficos a mítines obreros- viene, por supuesto, acompañada de su correspondiente descripción, análisis, explicación y conclusión. A continuación les ofrecemos un fragmento del libro.
Explicación:
Sus fuentes informativas de elaboración son de diversa entidad y precisión.
para la época previa al siglo XIX, se trata de estimaciones y cálculos
aproximativos derivados de estudios históricos parciales y cotejados (sobre
datos extraídos de registros parroquiales de bautismos o funerales) o
de recuentos de población de las propias épocas (como el Domesday Book
en la inglaterra del siglo XI), no de cifras ciertas, seguras y comprobadas.
para la época correspondiente a los siglos XIX y XX, se trata ya de cómputos
estadísticos fidedignos y depurados, a tono con la elaboración y generalización
de las técnicas estadísticas y demográficas contemporáneas (censos,
Respuesta:
Enrique Moradiellos, doctor en Historia y prolífico investigador, nos invita en este libro a adentrarnos en el modus operandi de los historiadores, esto es, a bucear en los documentos originales que sirven de materia prima para construir el relato de la Historia. La reproducción literal de los documentos -desde mapas y gráficos a mítines obreros- viene, por supuesto, acompañada de su correspondiente descripción, análisis, explicación y conclusión. A continuación les ofrecemos un fragmento del libro.
Explicación:
Sus fuentes informativas de elaboración son de diversa entidad y precisión.
para la época previa al siglo XIX, se trata de estimaciones y cálculos
aproximativos derivados de estudios históricos parciales y cotejados (sobre
datos extraídos de registros parroquiales de bautismos o funerales) o
de recuentos de población de las propias épocas (como el Domesday Book
en la inglaterra del siglo XI), no de cifras ciertas, seguras y comprobadas.
para la época correspondiente a los siglos XIX y XX, se trata ya de cómputos
estadísticos fidedignos y depurados, a tono con la elaboración y generalización
de las técnicas estadísticas y demográficas contemporáneas (censos,
padrones y encuestas de población).